Rusia devolvió este jueves el golpe a Estados Unidos con la expulsión de 60 de sus diplomáticos como represalia por una decisión similar adoptada por Washington en el caso del envenenamiento en el Reino Unido del espía doble Serguéi Skripal.

Los diplomáticos estadounidenses, que han sido declarados "persona non grata" según "un principio de reciprocidad", tendrán hasta el 5 de abril para abandonar territorio ruso, según informó el ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.

Además, Moscú retiró el permiso para operar al consulado general estadounidense en la segunda ciudad del país, San Petersburgo, cuyos empleados disponen de dos días para devolver el local administrativo que les fue cedido por las autoridades locales.

De los diplomáticos norteamericanos que serán expulsados, todos trabajan en la capital rusa, con la excepción de dos que ejercen sus funciones en el consulado general de Estados Unidos en Yekaterimburgo, capital de los Urales.

Esta decisión sumerge a ambos países en una nueva guerra fría, aunque ni siquiera en tiempos del más profundo antagonismo entre EEUU y la antigua Unión Soviética ambas potencias llegaron a tomar medidas de tal calibre.

El propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró hoy "muy preocupado" por la crisis diplomática provocada por el caso Skripal, que habría desembocado en una situación que él comparó con la Guerra Fría.

Rusia no se parará aquí, ya que adelantó que adoptará medidas "simétricas" en relación con los casi treinta países, en su mayoría miembros de la Unión Europea (UE), que se solidarizaron con el Reino Unido y anunciaron este lunes la expulsión de diplomáticos rusos.

En total, eso significará que Moscú expulsará a unos 150 diplomáticos de países como EEUU, Alemania, Francia, España, Italia, Canadá, Australia o Ucrania, además de los 23 británicos que ya expulsó en su momento.

"En relación al resto de países también serán simétricas en lo que se refiere al número de personas que tendrán que abandonar Rusia de las misiones diplomáticas. Por ahora, eso es todo", explicó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

La Cancillería rusa convocó al embajador de EEUU, John Huntsman, para comunicarle las medidas y también le entregó una "nota de protesta por las indignantes e infundadas exigencias" de que 60 diplomáticos rusos abandonen ese país por el caso Skripal.

Y denunció los planes de requisar el edificio que acoge el consulado general ruso en Seattle (Washington), como ya hicieran las autoridades de Washington con otros cinco edificios de propiedad rusa en territorio estadounidense.

Además de cerrar el consulado ruso en Seattle, Washington también anunció este lunes la expulsión de 48 diplomáticos y doce representantes rusos ante Naciones Unidas, decisión condenada "enérgicamente" por Moscú.

Huntsman calificó de "convincentes" las pruebas que Londres presentó la pasada semana en la reunión convocada en la embajada británica en Moscú, en la que Rusia pasó de ser probable responsable a seguro culpable de la agresión con un agente químico de carácter militar contra Skripal y su hija en territorio del Reino Unido.

Pocos minutos antes de conocerse las medidas rusas de represalia, Lavrov aseguró que Moscú adoptaría "medidas simétricas" contra EEUU y "algo más", sin especificar.

Adelantó que Rusia no se limitará a "reaccionar" ante las que calificó de "tremendas presiones" por parte de EEUU y el Reino Unido para que se adopten "medidas absolutamente inadmisibles" contra Rusia "bajo la excusa del caso Skripal". "Queremos establecer la verdad", insistió.

Al respecto, la Cancillería advirtió en un comunicado de que si EEUU continúa "sus medidas hostiles" contra las legaciones diplomáticas rusas en su territorio, tomará "medidas adicionales".

"Las autoridades de EEUU fomentan y protagonizan una campaña de difamación contra nuestro país. Se les ha recomendado que se lo piensen dos veces y renuncien a acciones irracionales encaminadas a destruir las relaciones bilaterales", indicó.

Además, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, advirtió al embajador estadounidense que si los activos estatales rusos son arrestados eso conducirá a "una profunda degradación de las relaciones" y tendrá "graves consecuencias para la estabilidad global".

Por otra parte, Lavrov expresó su satisfacción "entre comillas" por el hecho de haber recibido "por fin" noticias de Londres "sobre el estado de salud de Yulia Skripal".

"Ella, según nos han dicho, se está recuperando rápido. Y nosotros de nuevo exigimos que nos garanticen el acceso a Yulia como ciudadana rusa. Espero que la parte británica pueda cumplir con sus obligaciones", apuntó.

Indicó que Moscú ha solicitado convocar el próximo 4 de abril una "sesión extraordinaria" del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

"Espero que nuestros socios occidentales no eludan una conversación franca, de lo contrario será una confirmación de que todo lo ocurrido es una burda provocación", apuntó.

Diputados rusos adelantaron que la expulsión de diplomáticos estadounidenses garantiza condiciones de igualdad para una próxima reunión entre los presidentes de ambos países, Vladímir Putin y Donald Trump.