Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée rescataron hoy a 131 personas que navegaban a la deriva en un bote de goma frente a la localidad de Al Zwara, en la costa de Libia, según ha comprobado Efe a bordo del buque de rescate Aquarius.

Se trata del segundo rescate que las organizaciones francesa y alemana realizan de forma conjunta en las últimas 24 horas, después de que la mañana del jueves lograran salvar la vida a 122 personas más.

Entre los náufragos rescatados hay una docena mujeres que han tenido que ser atendidas en el barco por sufrir debilidad extrema e hipotermia, dos de las cuales subieron al barco en avanzado estado de gestación.

También hay 42 personas consideradas vulnerables, entre ellas 24 menores de edad no acompañados.

Al término del rescate llegó a la zona una patrullera de la nueva Guardia Costera libia, sin que se produjera incidente alguno.

El bote de goma, que navegaba parcialmente deshinchado debido a la gran cantidad de horas que llevaba a la deriva, fue avistado a primera hora de la mañana de este viernes por el "Aquaruis", que procedió a un rescate crítico en coordinación con las autoridades marítimas en Roma.

Los equipos de socorro lanzaron dos botes neumáticos para evitar que la embarcación se hundiera durante la transferencia y embarque en el buque de los inmigrantes, todos ellos procedentes de países del África Subsahariana.

Los rescatados procedían de Camerún, Etiopía, Gambia, Ghana, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Costa de Marfil, Mali, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo, además de tres ciudadanos de la propia Libia.

La mayor parte habían pasado meses en manos de contrabandistas en centros de detención en la costa de Libia tras un duro periplo a través del Sahel y siete de ellos presentaban quemaduras por la mezcla de la gasolina y el agua de mar.

Libia, y en particular las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez, se han convertido en los últimos dos años en el bastión principal y destino final de las mafias que trafican con seres humanos a lo largo del Sahel, pese a la presencia de las patrulleras europeas.

Según datos de esta Organización Internacional de las Migraciones (OIM), organismo vinculado a la ONU, más de 171.635 inmigrantes irregulares lograron cruzar a Europa en 2017, mientras que 3.116 desaparecieron en el mar.

Solo en los tres primeros meses de este año, otros 6.200 han logrado llegar a la costas de Italia desde Libia, a través de la llamada "ruta central mediterránea", y cerca de 360 han perecido en el intento.