La huelga del sector ferroviario francés, que ayer entró en su quinta jornada, ha costado ya unos cien millones de euros a las arcas públicas. La movilización, que prevé extenderse 36 días, a razón de dos por semana hasta finales de junio, conoció ayer una ligera baja respecto al martes de la pasada semana, según cifras oficiales, ya que pararon un 24,9% de los trabajadores, frente al 29,7% del pasado día 4. Los franceses han tenido que recurrir mucho más al automóvil en jornadas como la de ayer, por lo que los atascos se han multiplicado. Así en la región de París, había ayer a las 07.30 horas 310 kilómetros de embotellamientos, mientras que la media diaria suele ser de 175. A las nueve de la mañana, los atascos se extendían ya sobre 409 kilómetros en el área citada.