La ex primera dama de Estados Unidos Barbara Bush, cuyo estado de salud es delicado desde hace años, ha decidido que no volverá a acudir al hospital y que en adelante apenas se someterá a "tratamientos paliativos" en su hogar, según informaron este domingo fuentes próximas a la familia.

"Tras una serie de hospitalizaciones recientes, y tras haber consultado con sus familiares y médicos, la señora Bush, de 92 años, ha decidido no someterse a tratamientos médicos adicionales y, en vez de eso, se centrará en tratamientos paliativos", anunció el portavoz de la familia Bush, Jim McGrath, en un comunicado.

La esposa del expresidente George H. W. Bush (1989-1993) y madre del que también fuera mandatario George W. Bush (2001-2008) padece desde hace tiempo una obstrucción pulmonar crónica, que ha afectado a su capacidad cardíaca, lo que le ha llevado a ser ingresada en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos años.

"A nadie que conozca a Barbara Bush le sorprenderá saber que ha sido una roca frente a su deteriorada salud, preocupándose -gracias a su fe- no de sí misma, sino de los otros", agrega el comunicado.

Aunque McGrath no ha querido profundizar en si ha ocurrido algún cambio en su estado de salud que haya llevado a la ex primera dama a tomar esta decisión, el portavoz apuntó que Barbara Bush se encuentra "rodeada de una familia que adora".

Nacida en Nueva York el 8 de junio de 1925, Barbara Pierce (su nombre de soltera) es una de las dos mujeres en la historia de Estados Unidos junto a Abigail Adams (esposa de John Adams y madre de John Quincy Adams, segundo y quinto presidentes de la nación norteamericana) que ha sido esposa y madre de un presidente.

En su país se hizo muy popular como defensora de la alfabetización, tanto de jóvenes como de adultos, una causa que sentía muy cercana debido a la dislexia que sufría su hijo Neil y en la que participó de manera activa junto a diversas organizaciones.