La Policía de Indonesia ha atribuido el ataque suicida registrado este lunes a primera hora contra una comisaría de la localidad de Surabaya, en la isla de Java, a una familia de cinco miembros, entre ellos un niños de ocho años.

Los miembros de la familia habrían llegado al lugar de los hechos --que se han saldado con al menos siete agentes muertos-- en dos motocicletas y se habrían inmolado en las inmediaciones de la comisaría, según ha explicado el jefe de la Policía Tito Karnavian durante una rueda de prensa.

Las fuerzas de seguridad han señalado que el menor ha sobrevivido y se encuentra hospitalizado. El incidente ha tenido lugar tan sólo unas horas después de que una bomba casera explotara en una vivienda de la localidad de Sidoarjo, en la isla de Java, donde han muerto tres personas, presuntamente miembros de la misma familia.

Este mismo domingo por la mañana catorce personas han muerto y otras 41 han resultado heridas en una serie de atentados suicidas llevados a cabo contra tres iglesias de Surabaya, la segunda ciudad más importante del país, por parte de varios miembros de una misma familia.