La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se entrevistaron ayer en Berlín, donde, pese a sus esfuerzos por mostrar la fortaleza de su alianza, quedó patente el abismo que les separa sobre el acuerdo nuclear con Irán y la solución de dos Estados para Palestina. Netanyahu inició ayer una gira por Europa para intentar atraerse apoyos a su rechazo del tratado nuclear con Teherán, denunciado por EE UU.

Merkel, en rueda de prensa conjunta, subrayó la importancia que da Alemania, por motivos históricos, a sus relaciones con Israel y Netanyahu destacó la "excelente" alianza entre ambos países, pese a "algunos desacuerdos".

Por ejemplo, la canciller alemana resaltó que su país seguirá vinculado al acuerdo con Teherán, porque, dijo, es el mejor modo de evitar que Irán consiga la bomba atómica. Preguntada sobre un eventual reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, como ha hecho EE UU, respondió que Alemania sigue comprometida con la "solución de dos Estados".