Llanera está muy orgullosa de su pasado, así que un poco de lluvia a última hora no es rival para unos vecinos que se enfrentaron al obispo que les impuso impuestos abusivos hace cinco siglos y fueron por ello varios años excomulgados. Por eso este sábado más de un millar de damas y caballeros resistieron de buena gana en el recinto ferial de Ables para dar buena cuenta de una cena medieval con todos los aditamentos, desde el atuendo hasta el menú y los entretenimientos propios de la época: un torneo medieval con lanzas, espadas y escudos, a caballo y con toda la espectacularidad que merece la fiesta de los Exconxuraos.

El lugar fue un hervidero de gente durante toda la jornada para disfrutar de espectáculos de cetrería, un mercado medieval y actuaciones y recreaciones en vivo de la vida en la Edad Media. Una avalancha de visitantes que incluso ocasionó atascos de varios kilómetros por el acceso desde la autovía. La ocasión merecía la pena, como indicaban los hermanos ovetenses Adolfo y José Luis Ardisana, perfectamente caracterizados con sus trajes de guerreros, con cuernos para beber hidromiel. "Cada año vamos mejorando el traje, ya había ganas de volver".

Como ellos, los primeros de la fila de la cena esperaban con ansia la hora de gozar del festejo. Laura Suárez, María José Díaz, Nedi García y Pablo Trapote, todos ellos de Llanera, convencieron a la mierense Arancha Iglesias para sumarse a la celebración porque "es la mejor del mundo, aquí somos gente brava", resumían entre risas y presumiendo de los trajes que ellos mismos han elaborado. Para vivir una noche inolvidable y de otra época.