Oviedo

María José IGLESIAS

El sector lácteo asturiano amenaza con ponerse en pie de guerra. El detonante han sido las declaraciones del ex presidente de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Nicolás López, que pidió a los ganaderos «que dejen de llorar«.

Las reacciones no se han hecho esperar. Una de las más contundentes la protagonizó la federación de productores de leche (Prolec) con amplia implantación en Asturias. Su director general, Carlos Gil, ha respondido a López que el sector lácteo no se queja sin motivo «los ganaderos han entrado en pérdidas: producir un litro cuesta entre 0,41 y 0,43 céntimos, cantidad superior en varios céntimos a lo que muchos ganaderos reciben por un litro», indicó.

La patronal ganadera se ha puesto manos a la obra para elaborar un informe en el que se plantean posibles soluciones al conflicto de precios.

Los movimientos de protesta llevados a cabo en Galicia el pasado martes contra las instalaciones de Leche Río han sido una de las razones que han caldeado los ánimos de la industria. Desde el pasado mes, ganaderos y empresarios se reúnen periódicamente en el Ministerio de Agricultura para tratar de conformar un sistema de precios parecido al que está vigente en Francia. Cualquier paso en falso puede ahora dar al traste con los avances logrados.

Tampoco son muchos. Pero al menos, después de más de dos años, industriales y abastecedores, han sido capaces de sentarse en la misma mesa y hablar. La crispación no sólo afecta a España. Los ganaderos alemanes propusieron ayer promover un parón de las entregas de leche en toda Europa. Una de las personas que ayer conservaba la calma es la consejera de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Belén Fernández. En declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA pidió serenidad y sosiego en el arduo debate en torno a los precios de la leche.

Fernández anima al sector a no tirar por tierra el trabajo realizado «tenemos ahora una oportunidad de oro para solucionar el problema a través de la mesa de diálogo que se ha creado en el Ministerio para llegar a acuerdos que den estabilidad a los precios de la leche. Declaraciones o actuaciones fuera de este marco que inciten al desencuentro son en estos momentos una receta desaconsejable y no ayudan a un acuerdo». señaló. La Consejera es optimista respecto a la posibilidad de diseñar un contrato tipo de compra venta de leche e impulsar la interprofesional como plataforma.

Fernández no considera positivo centrar el debate en si la leche es más o menos cara en España que en otros países de Europa, contrariamente a lo que ha hecho la industria. Tampoco pasa por alto que los altos costes de producción de leche en España y especialmente en Asturias, recortan de manera decisiva los beneficios. Fernández reconoce que los ganaderos son indispensables para fijar población en el medio rural y conservar la naturaleza.

El presidente de ASAJA en Asturias y responsable nacional del sector lácteo, Ramón Artime, asegura que en España hay dos tipos de industria láctea. «Por un lado, la que apuesta por precios estables, y por otro la que va a sacar el máximo provecho sin pensar en el ganadero». Artime advierte a las empresas que los ganaderos son necesarios para mantener el engranaje. «Porque también puede ocurrir que sea más rentable importar leche ya envasada que a granel», indica. Artime coincide con la Consejera en la necesidad de avanzar en el diálogo retomado con las empresas «en veinte años nunca he visto tan cerca la oportunidad de que ganaderos e industriales lleguen a acuerdos».

Artime invita a los gobiernos regionales a mantenerse al margen de las decisiones que debe tomar el sector. Opina, en referencia a la propuesta de Revilla de crear un frente lácteo en la Cornisa, que los regionalismos dañan al sector. «Algunos políticos están utilizando a los ganaderos como arma, no puede ser que el presidente de Cantabria y el consejero gallego sean ahora nuestros salvadores«. El dirigente de ASAJA destacó que en España quedan 26.000 ganaderos de leche -en Asturias poco más de 3.000- y los acuerdos y decisiones deben ser a nivel nacional.

El secretario general de la Unión de Campesinos Asturianos (UCA), José Calvo, califica de provocación las declaraciones de la industria «porque ahora no tienen ninguna necesidad de echar más leña al fuego». No es más benévolo con la Administración «lo único que hacen es poner paños calientes». Calvo acudirá el siete de mayo en Madrid a la movilización convocada por la Unión de Pequeños Agricultores.

Los movimientos en el campo también se han intensificado en las últimas semanas. La plataforma de ganaderos de Castilla y León y la cornisa cantábrica, ajena a los sindicatos oficiales, es una de las alternativas que cobra fuerza. Sus promotores ya han celebrado varias reuniones en Asturias y ayer lo hicieron, por primera vez en Galicia.