Cuatro años de cierre

El caladero de anchoa del golfo de Vizcaya lleva cuatro años sometido a paradas biológicas para recuperar la especie.

Primeras señales

La captura española suponía el 90-95% de la captura total de anchoa en el golfo de Vizcaya. Las primeras señales de escasez aparecieron en los años ochenta. Desde entonces la pesca ha ido a la baja. Un factor clave ha sido la entrada de los arrastreros.

Oviedo, M. J. I.

La flota asturiana afectada por el cierre de la pesca de anchoa -unos 30 barcos- recibirá ayudas por la parada biológica de 2009, la quinta consecutiva desde que en 2005 se cerró la pesquería. Los directores generales de Pesca del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia se comprometieron el miércoles en Santander a defender las subvenciones.

El director general de Pesca del Principado, Marcelino Menéndez, coincidió con sus colegas cántabro y vasco en que las ayudas deberán de ser abonadas por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

El futuro de la anchoa queda pendiente de los informes científicos. En caso de que se abra el caladero en julio será necesario un acuerdo oficial entre los pescadores españoles y franceses para posibilitar una actividad pesquera restringida de la especie en el calendario, que iría hasta junio de 2010.

La decisión de imponer un pequeño cupo de capturas, en el caso de que se vuelva a permitir la pesca, es para evitar una nueva sobreexplotación del caladero. El resultado de la campaña de estudio deberá contrastarse con la información existente en la serie histórica de las campañas anteriores.