Diputado del PP, presidente de la Comisión Mixta del Congreso para la Unión Europea y presidente del comité electoral del Partido Popular

Oviedo,

María José IGLESIAS

Miguel Arias Cañete (Madrid, 1950), diputado nacional del PP, presidente de la Comisión Mixta del Congreso para la Unión Europea y presidente del comité electoral de su partido, llegó ayer al Principado para participar en el Rally de Asturias de clásicos deportivos. En la cita que organiza el Club Siero Clásicos, el ex ministro pilotará el Alfa Romeo de 1971 que guarda como oro en paño.

-Su Alfa Romeo y usted se recorrerán mil kilómetros por carreteras asturianas, la oportunidad para reconocer el terreno.

-Soy muy aficionado a estas competiciones. Me encanta conducir con lluvia. Esos 1.000 kilómetros por Asturias serán una delicia. Ya conocí las carreteras asturianas hace muchos años. Mi amigo Álvarez-Cascos dejó muchos proyectos que se van materializando.

-A usted lo acusan ahora de ser condescendiente con la reforma de la PAC de 2003 que sentenció el fin de las cuotas para 2015.

-Hay que tener la cara muy dura para culpar a un Gobierno anterior del drama que vive el sector lácteo. En la reforma de 2003 logramos que se prorrogaran las cuotas lecheras hasta 2015. Es la primera vez en la historia de la Unión Europea en que un Gobierno no ha planeado la renovación de las cuotas. Eso ha pasado en el chequeo médico de la PAC, en 2008. El Gobierno de Zapatero consintió que hubiera incrementos lineales de cuotas que benefician más a países que son excedentarios. Si las cuotas se van a abolir la culpa es de ellos. Si hay problemas con la gran distribución y bajan los precios el problema lo tienen los ministros.

-Sugiere que el Gobierno llega a Bruselas y dice amen a las propuestas de la comisión.

-Este Gobierno no sabe defender ningún sector. No se plantean estrategias alternativas ni alianzas. Se conforman con lo que plantea la Comisión y desaparece el tabaco, el algodón, la leche o el vino. Los agricultores lo saben. Es muy cómodo buscar culpables. Lo que tienen que hacer es luchar por sector en la Unión Europea.

-La comisaria dice que no hay vuelta atrás en el fin de las cuotas.

-En Bruselas no hay nada innegociable ni definitivo. La comisaria Fischer no quiere dar marcha atrás, pero le quedan unos meses hasta que se conforme la nueva Comisión. Además, si se aplica el Tratado de Lisboa el Parlamento y el Consejo de Europa tendrán la última palabra. La Comisión ha hecho una propuesta y ahora debe presentar un informe. El malestar es patente en toda Europa. Hemos eliminado los mecanismos de regulación del mercado y las ayudas son insuficientes. Hay insatisfacción en todos los países.

-¿Confía en que su colega del PP europeo, el francés Michel Barnier, salve el sector lácteo?

-Un comisario de un país como Francia, con un fuerte sector agrario, defenderá las ayudas; son los primeros perceptores. El debate que se avecina es tremendo. Hay que decidir el futuro presupuestario de la Unión más allá del 2013. La carta de Lisboa aumenta las competencias comunitarias y algunos países quieren financiarlas con recursos de la agricultura. Francia es el primer perceptor de ayudas. El sector está muy unido, es reivindicativo y su Gobierno le oye. Sarkozy sabe que esos votos son claves.

-El sector primario es el primer eslabón de una cadena golpeada por la crisis...

-Estamos ante una etapa distinta. Europa afronta una grave crisis económica y financiera. La Unión debe ser protagonista en el nuevo orden mundial, liderar los procesos de paz, tomar la iniciativa comercial, luchar contra el cambio social y desarrollar medidas de carácter social y medioambientales.

-La lucha contra el cambio climático suena a música celestial, la gente quiere cosas concretas

-Ya, cuando hablamos de limitar emisiones y de emplear energías limpias, la gente no se da cuenta de lo importante que es eso para que este planeta siga vivo. El problema es que hay que hacer enormes sacrificios y buscar diversificación energética, empezando por la energía nuclear, que aunque es la más limpia, a este Gobierno no le gusta.

-Seguro que a usted tampoco le gusta la nueva financiación autonómica.

-El Gobierno funciona en clave de partido para agotar la legislatura. Del Estatuto catalán viene este sistema que no responde a una racionalidad. Favorece a unos territorios y rompe la cohesión económica y social con el resto. Se hace utilizando triquiñuelas para que salgan las cuentas. Es pintoresco el espectáculo del Gobierno. El Estado carece de recursos. Nadie conoce las cifras reales. Como jurista, creo que es un sistema claramente inconstitucional.

-¿Qué herencia les dejará Zapatero si ganan las generales?

-Tendremos que sanear un país con una deuda pública espectacular y las tasas de paro más altas de la Unión Europea. Lo que siempre nos pasa.

-Y encima no presidirán la Unión Europea...

-La Presidencia española, que empieza en enero, llega en un momento muy complejo. El Tratado de Lisboa depende de la decisión de Irlanda. Yo creo que lo ratificarán. Se les han dado garantías. España tendrá que lidiar con la revisión del Presupuesto comunitario y la financiación de la PAC, poner en marcha la estrategia de Lisboa... Espero que el Gobierno no caiga en la tentación de una presidencia escénica. Hay previstas grandes cumbres con Latinoamérica, cumbres europeístas... Vamos a apoyar que la Presidencia sea un éxito defendiendo los intereses españoles.

-El «caso Gürtel» les ha amargado la victoria en las europeas, y quién sabe de aquí a tres años....

-El «caso Gürtel» ya estaba vigente en las europeas y aun así ganamos, a pesar de que se armó un gran ruido mediático.

-Pero el proceso avanza...

-Lo que daña a un partido es una trama de financiación ilegal como le pasó al PSOE con Filesa, con gente en la cárcel. Creemos en la inocencia de nuestros compañeros.

Madrileño de corazón jerezano

Miguel Arias Cañete, licenciado en Derecho por la Complutense y abogado del Estado. Fue parlamentario autonómico andaluz entre 1982 y 1986; senador y ministro de Agricultura y Pesca en los gobiernos de José María Aznar y eurodiputado entre 1986 y 1999. Actualmente es diputado por Madrid. Antes lo fue por Cádiz. En 1999, después de trece años entre Bruselas y Estrasburgo, decidió regresar a la política española. En Bruselas se especializó tanto en temas presupuestarios, agrícolas y pesqueros como en política regional. Está casado con Micaela Domecq, copropietaria de la ganadería Jandilla, y tiene dos hijos.