Oviedo

En la película «La joven de la perla», se dice que Vermeer utilizó «orina de vaca» para pintar el color amarillo de su cuadro. Es una clara referencia al «amarillo indio», pigmento llevado en aquellos tiempos a los Países Bajos en forma de bolas pestilentes obtenidas de la orina de vacas indias alimentadas con hojas de mango.

Investigaciones recientes atribuyen a la orina de la vaca propiedades germicidas y antimicrobianas. Un solo ejemplar produce al día casi veinte litros. Una ganadería estándar, con unos 59 ejemplares, podría recolectar 100.000 kilos de orina vacuna al día. Para aprovechar al máximo la «riqueza» de estos residuos ganaderos hay que empezar por recolectarlos. El Servicio de Investigación Agraria de Asturias (Serida) y varias universidades americanas se han puesto manos a la obra y han diseñado un nuevo dispositivo para que lo lleven las vacas en el prado -a modo de «dodotis»- con el objeto de que no se disperse ni una sola gota.

Los científicos no van mal encaminados. Hace unos meses, precisamente en la India, comenzó a publicitarse un refresco elaborado con orina de vaca. Los autores de la idea quieren hacer frente a la invasión de la Coca-Cola. Están convencidos de que la orina del animal tiene propiedades contra los microbios y de que es buena para el hígado. Los investigadores encargados de realizar el nuevo dispositivo de recolección de orina vacuna han tratado de subsanar los fallos que aparecieron en los sistemas precedentes. Uno de ellos era la incomodidad para el animal, que debe llevar durante largas horas una especie de arnés atado al cuerpo.

Los resultados del estudio, publicados en la revista «Zootecnia» son optimistas. El tiempo de pastoreo fue de 20 horas al día. Los firmantes del proyecto -los profesores Valdivia, Sandoval Castro, Otaduy y Ku Vera, indican que la bolsa diseñada funcionó bien y no se observaron pérdidas de orina ni contaminación de la orina con excretas. La cantidad de orina recolectada por día osciló entre los 12,8,13,6, 11,97 y 12,3 kilos al día, sin diferencias estadísticas llamativas. Algunas vacas pueden llegar a expulsar hasta 20 kilos de residuos líquidos en una jornada de pastoreo.

Para estudiar el tipo de compuestos químicos excretados en la orina se emplearon marcadores como la creatinina o la recolección de muestras mediante sondas, catéteres y arneses, con resultados variables. El objetivo experimento fue básicamente diseñar un método simple para la recolección total de la orina de vacas bajo diferentes condiciones de pastoreo. Se diseñó una bolsa recolectora de orina utilizando caucho procedente de cámaras de neumáticos de vehículo usados. El tubo neumático de 24 centímetros de diámetro fue cortado a un tamaño de 42 centímetros de largo. Los extremos fueron vulcanizados dejando en la parte superior un espacio sin vulcanizar para el paso de la válvula de cierre y en la parte inferior derecha de la bolsa otro espacio para ubicar el tubo de drenaje.

Apenas se registraron incidencias. Únicamente, los investigadores matizan que el primer día alguna vaca saltaba y pateaba al hacer contacto la bolsa recolectora con el corvejón. Para que nadie pueda acusar a los investigadores de «crueldad» con los animales, ese día se dejaba abierto el tubo de drenaje, para que no colectara orina y no pesara. Al cabo de un día las vacas ya se habían adaptado al dispositivo y se inició la recogida de orina. Los expertos indican que el nuevo dispositivo recolector es más simple que la mayoría de los sistemas recolectores diseñados previamente para la recolecta. Al final del muestreo, tras quitar las bolsas, las vacas experimentaron una ligera inflamación en el área donde se introdujeron los pasadores, debido a problemas con la cicatrización en el período de adaptación. Por lo demás, los investigadores tienen fe ciega en su método.