Oviedo, M. J. I.

Los buques pesqueros de la Unión Europea están un poco más controlados desde el 1 de enero de 2010. Ésa fue la fecha de entrada en vigor de un paquete de normas más estrictas para reforzar el sistema de vigilancia de la Política Pesquera Común.

El comisario de Pesca, Joe Borg, estima que las normas dotarán a la UE y sus estados de nuevos instrumentos más eficaces para proteger los recursos de mares y océanos «frente a operadores sin escrúpulos y para defender el sustento de pescadores honestos que, de otro modo, estarían expuestos a una competencia desleal». señala.

El nuevo marco está formado por tres reglamentos separados, pero conectados. Uno de ellos es un reglamento para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Un segundo apartado se refiere a un reglamento sobre las autorizaciones de las actividades pesqueras de la flota de la UE que opera fuera de las aguas comunitarias.

El tercero instituye un sistema de control para garantizar el cumplimiento de las normas de la política pesquera común, en el que se incluye la puesta en marcha de un carné por puntos para los buques que incumplan las normas. Borg ha acogido con satisfacción las nuevas normas y ha dicho: «Hubo una época en la que una minoría de pescadores sin escrúpulos vio que podía interpretar las normas a su antojo, o simplemente violarlas, y quedar impunes. Este nuevo marco de control de la pesca pone fin a esa situación». Borj señala que en el caso de la política pesquera común, el sistema establecido para su observancia ha sido hasta ahora ineficiente, costoso, complejo e ineficaz. Las prácticas ilegales de la pesca representan aproximadamente 10.000 millones de euros anuales. Hasta ahora, las capturas ilegales han sido fáciles de «blanquear» a través de la transformación.