Oviedo, M. J. I.

Los prados, el distintivo de Asturias, el manto que confiere a la región su característico color verde no sólo son la base de la producción ganadera y del paisaje del Principado. Un informe de Naciones Unidas acaba de revelar que, además, las extensiones de hierba tienen tanta o más capacidad que las masas forestales para absorber y almacenar carbono. El documento asegura que las tierras de pastoreo almacenan el 30 por ciento del carbono del suelo en el mundo.

Eso significa que las praderas de la región podrán jugar su papel en la lucha contra el cambio climático. Eliminar carbono de la atmósfera es la base de la cruzada contra el calentamiento global. El estudio, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), convierte a Asturias, con más de 60.000 hectáreas de pastizales, en un gran capturadero de dióxido de carbono.

Asturias tiene otro importante punto a favor. Mientras que en la mayor parte del mundo, según el estudio, las praderas son especialmente sensibles a la degradación del suelo, que afecta al 70 por ciento de los pastos como consecuencia del exceso de pastoreo y otros procesos, en Asturias buena parte de la superficie de praderías está infrautilizada.

De hecho, una de las prácticas que se intentan potenciar, incluso con ayudas específicas, es la ganadería ecológica, a fin de obtener más rentabilidad de los pastizales.

La falta de rebaños y pobladores es especialmente llamativa en las áreas de montaña, como los Picos de Europa. El pastoreo, ligado a actividades como la elaboración de queso cabrales y gamonedo, es la base que ha propiciado el mantenimiento del característico paisaje asturiano.

El informe de la FAO añade interés a experiencias que se han puesto en marcha en la región. El asturiano Jaime Izquierdo, asesor de la ministra de Medio Rural, impulsó en 2004 del proyecto «Pastores XXI» para fomentar el mantenimiento de la actividad en los Picos de Europa. El proyecto se basó en la utilidad de las praderías para evitar incendios, mantener la biodiversidad, conservar vivo el paisaje y producir alimentos, quesos y carnes de calidad. El descubrimiento hecho público por la ONU se une a todo esto y aporta un valor añadido clave a las praderías de Asturias.

La FAO, con sede en Roma, ha llegado a la conclusión de que los pastizales tienen un enorme potencial para mitigar el cambio climático al absorber carbono. Podrían superar al que ofrecen los bosques si se potencian adecuadamente. Los 3.400 millones de hectáreas de pastizales que existen en el mundo pueden desempeñar un papel clave a favor para reducir la vulnerabilidad al cambio climático de más de 1.000 millones de personas que dependen de la ganadería, según el documento. «El mundo tendrá que utilizar todas las opciones para contener el calentamiento global. La agricultura y el uso de la tierra tienen el potencial de minimizar las emisiones netas de gases de efecto invernadero a través de prácticas precisas». Así lo aseguró el director general adjunto de la FAO, Alexander Müller, en la presentación del estudio.

El rumano Dacian Ciolos, liberal a ultranza, con fama de tecnócrata, tendrá que pasar hoy el exhaustivo examen del Parlamento europeo, destinado a medir su idoneidad para ser el nuevo comisario de Agricultura de la Unión Europea. Es un trámite, aunque con cierta relevancia. En virtud del Tratado de Lisboa el Parlamento tiene potestad para paralizar el nombramiento.

De momento, un grupo de eurodiputados no piensa allanar el terreno al ingeniero y político rumano, formado en Francia, casado con una francesa y cercano al Gobierno que preside Nicolás Sarkozy

El rumano, elegido por el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, para regir los destinos del campo europeo los próximos cinco años, ha despertado los recelos de europarlamentarios de países con grandes intereses agrarios, como Alemania o la propia España, que ven peligrar las ayudas.

Antes del chaparrón de preguntas de hoy el ingeniero rumano, con amplia experiencia en cuestiones europeas, ha enviado por escrito a la Cámara una serie de respuestas en las que intenta explicar por qué es la persona idónea para el cargo.

Según señala, la futura reforma de la política agraria comunitaria, aplicable a partir del año 2013, debe pivotar sobre varios puntos fundamentales.

Uno de ellos será mantener y promover una agricultura sostenible. Y además, «creo que deberíamos seguir dando ayudas directas a los ganaderos, pero sujetas a condiciones básicas relacionadas con el empleo de la tierra». También se muestra partidario de redistribuir las ayudas públicas, según el contexto de cada país. Las organizaciones agrarias interpretan que el aspirante a comisario defendería una renacionalización de las ayudas, que cargaría el presupuesto de los países, a lo que se opone radicalmente la ministra de Medio Rural, Elena Espinosa. Otro de los argumentos que esgrime Ciolos es, precisamente, su origen. Se define como «un producto de la apertura de la Unión Europea al Este». También destaca su formación en las instituciones europeas y su actividad profesional, pegada al terreno, con granjeros y organizaciones agrarias.

Sus labores en cooperación internacional agraria y su trabajo para el Gobierno rumano son, a su modo de ver, otros puntos a favor. Además, aclara que no tiene intereses personales agrarios, al contrario que la actual comisaria saliente, Mariann Fischer, cuya familia tiene una conocida granja en Dinamarca.

Ciolos habla de diálogo, de respaldar las propuestas del presidente de la Comisión, pero no aclara en qué dirección debe ir el futuro del campo y el desarrollo rural en los próximos años.

Para los sindicatos agrarios asturianos, ASAJA, UCA y COAG, la designación del comisario rumano confirma que la política agraria cada vez se vuelca más con los antiguos países del Este.

El joven delfín de Barroso.

Si el Parlamento europeo (PE) aprueba el nombramiento, Ciolos, de 40 años, será uno de los comisarios más jóvenes y el primer responsable de Agricultura comunitario procedente de un país del Este.

Entre los candidatos a comisario de Agricultura Dacian Ciolos es el único que tiene experiencia directa en ese campo. Incluso ha sido ministro. En su contra pesa el historial de su país, al que Bruselas ha llegado a retirar ayudas de la política agraria (PAC) por falta de control.

Hace unos días Barroso tuvo que defenderle en una rueda de prensa: «Está usted ofendiendo a todo un país y la integridad de una persona», contestó a una periodista.

El presidente de la Comisión asegura que su elegido es idóneo para liderar una dirección «moderna» de agricultura y desarrollo rural.

Rumanía entró a la Unión Europea en 2007 y aún no ha completado su integración en la política agraria común (PAC). Un comisario rumano sería una importante apoyo.

Diversidad

Nuevas expectativas

La ONU sostiene en su informe que quiere potenciar el empleo de pastizales como «sumideros» de carbono.

El objetivo marcado en el documento es conseguir que en el 2020 el 10 por ciento de las tierras de pastoreo se emplee con ese fin. Ante Asturias se abren nuevas expectativas gracias a los prados, unos recursos naturales que cobran nuevo realce.