Oviedo,

María José IGLESIAS

La mitad de los ganaderos asturianos del sector lácteo carece de un contrato firmado con la industria a la que suministra materia prima. El modelo de acuerdos verbales que se aplica en el campo desde hace décadas predomina en el sector lácteo asturiano y sigue siendo utilizado mes a mes por más de 1.400 productores del total de 2.800 ganaderos de leche que quedan en la región.

El nuevo modelo de contrato lechero entre ganaderos e industria -diseñado en julio para dar estabilidad a los precios y suscrito entre la distribución, la industria láctea, cooperativas y organizaciones de ganaderos, con la excepción de COAG- no cuaja en Asturias. Así se desprende de los datos a los que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. De un total de 2.196 contratos de este tipo registrados en España desde agosto, solamente 94 corresponden a ganaderos del Principado.

Los ganaderos asturianos gestionan el diez por ciento de la cuota total asignada a España (600.000 toneladas de algo más de seis millones), sin embargo, los contratos firmados en Asturias entre productores y la industria representan alrededor del cinco por ciento del total nacional. El resultado es que al menos el cinco por ciento de la leche que se produce en la región se vende sin un contrato firmado. En Galicia los datos son aún peores: nueve de cada diez explotaciones venden la leche a las industrias sin que los precios figuren en un contrato por escrito.

Los ganaderos asturianos que no han firmado acuerdos siguen la práctica habitual de entregar la leche a la empresa correspondiente y cobrarla al mes siguiente, sin saber hasta ese momento cuál será el precio. Pedro Egocheaga, portavoz de la Asociación Ganaderos Unidos, opina que se trata de un método que crea incertidumbre, precisamente en un momento en que las ganaderías deben vigilar al máximo que cuadren las cuentas.

De forma paradójica, Asturias mantiene la media de precios más alta de España. Pero eso es debido a las tarifas que Central Lechera aplica a sus 1.300 socios y abastecedores. La media por litro es de 32 céntimos, mientras que en el resto de España llega a los 30 céntimos.

El objetivo del acuerdo sobre un modelo de contrato, que ha despertado recelos entre las autoridades de Competencia, es generalizar el uso de este sistema que aplica un precio de referencia en la leche, que lo sitúa en origen entre los 30 y los 31 céntimos de euro.

El sindicato COAG, que ya vaticinó en julio que los contratos serían un fracaso, mantiene que los 30 céntimos de euro pactados no son suficientes para dejar ganancias y cubrir los costes de producción, que el sindicato eleva a 35 céntimos por litro. Gaspar Anabitarte, portavoz del sector lácteo de la organización, mantiene que COAG seguirá reclamando negociar colectivamente el precio de leche. «Lo que debe preocupar al Tribunal de la Competencia es la posición de dominio de la distribución sobre el resto de la cadena», indica. El secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, ha indicado que el contrato tiene como referencia el precio de la leche que publica la Oficina de Ganadería francesa junto con el coste medio del transporte para España.

La duración estipulada de los contratos es de seis meses. Las organizaciones agrarias han reclamado que se extiendan a un año. Las prácticas de venta de leche sin contrato no son exclusivas de Asturias ni de España. También se dan habitualmente en Francia, Bélgica e Italia.