Oviedo, M. J. I.

La merluza del pincho de Cudillero se convertirá esta primavera en el primer pescado asturiano con una marca de calidad que la distinguirá de otras merluzas nacionales e internacionales.

Los pescadores pixuetos llevan más de tres años gestionando una etiqueta diferenciadora que, según el patrón mayor de la Cofradía de Cudillero, Salvador Fernández, ayudará a que el consumidor distinga el producto y lo valore de manera especial.

Los productos de la pesca no pueden tener una denominación de origen ya que no es posible asociar su desarrollo a un área geográfica, como ocurre con la ternera o con los quesos. A falta de ese distintivo, los pescadores de Cudillero quieren garantizar al consumidor que los ejemplares que lleven su «símbolo» han sido capturados en los caladeros en los que faena tradicionalmente la flota pixueta, por embarcaciones de la cofradía, como máximo, y en las 24 horas anteriores al momento de la subasta. El etiquetado obligatorio del pescado no precisa el espacio temporal que media entre el momento de la captura y la llegada del pescado al mostrador de la pescadería.

Los pescadores de Cudillero quieren evitar que su producto conviva en el punto de venta en las mismas condiciones que los ejemplares que llegan de Gran Sol, con varios días de hielo en las bodegas. La diferenciación de la merluza del pincho también servirá para que los pescadores reciban más precio por las capturas.

Fernández Marqués hace hincapié en que etiquetar aparte las merluzas del pinchu de Cudillero permitirá al consumidor decidir con más datos en la mano. Los barcos de Cudillero llevan un dispositivo electrónico que registra el caladero en el que faenan. La merluza del pincho se caracteriza por su modo de captura. Emplea el anzuelo y el palangre que consiste en una línea larga de la que salen otras secundarias en las que se empatan los anzuelos. Para la merluza se usa el palangre de fondo.