Gijón, C. J.

Las bajas temperaturas que han acompañado en los últimos meses en el Principado no producirán ninguna afectación a las plantaciones de manzano de sidra, confirman desde el Serida.

Más problemáticas están resultando las lluvias, que han condicionado de manera especial el ritmo en que se ponen en marcha las nuevas plantaciones. Las malas condiciones del terreno han impedido que se cumplieran las estimaciones de los técnicos y los viveristas «están muy preocupados», sostiene Enrique Dapena.

El frío y las nevadas no se consideran negativos para los cultivos. «Las horas de frío ya se han producido. Si viene un mes de marzo con temperaturas más elevadas la floración será más rápida»», explica el investigador del Serida.

Dapena se congratuló de que la Consejería de Medio Rural haya puesto en marcha a través del Indurot la elaboración de un censo de plantaciones en Asturias. «Es de suma importancia para conocer con precisión el número de pomaradas y planificar el ritmo de las plantaciones», subrayó.