Oviedo,

María José IGLESIAS

El municipio de Salas, con un censo de más de 22.000 hectáreas de bosque, acogerá a finales de 2012, dos plantas de producción eléctrica a partir de materia prima forestal proyectadas en Asturias. Las empresas promotoras, Biorenova y Renova, invertirán más de 60 millones de euros y prevén generar unos 150 empleos, entre puestos directos e indirectos repartidos entre las fábricas y el monte, donde se recolectará el material.

Cada una de las plantas tendrá capacidad para generar el equivalente al 4% de la electricidad que consumen los hogares asturianos. El gasto doméstico de electricidad asciende anualmente a unos 2 millones de megavatios en la región y la producción de las plantas rondará los 80.000 megavatios. Las estimaciones apuntan que unos 60.000 ciudadanos de Salas y de diferentes puntos de Asturias podrían beneficiarse de la «energía limpia» obtenida con madera y masa vegetal de alta calidad.

Asturias, con 700.000 hectáreas de monte -el 70 por ciento de su superficie- se pondrá a la vanguardia de España en generación de energía por biomasa de materiales forestales, según confirmó Enrique Álvarez Urñia, administrador de Biorenova. El precedente de «electricidad procedente del bosque» en la región es la planta de biomasa de la papelera Ence, en Navia, que destina el grueso de su producción eléctrica al mantenimiento de sus instalaciones. El resto se canaliza a la red de abastecimiento. La planta de Biorenova se ubicará en la nueva zona industrial de El Quintanal, a las afueras de la villa, cerca de la factoría de Danone. Otra de ellas, de la compañía de origen gallego Renova, que preside Manuel García, se construirá en el polígono El Zarrín, en La Espina, según explicaron el alcalde de Salas, José Manuel Menéndez y el concejal de Urbanismo, José Manuel Díaz.

La gran novedad de los dos proyectos de Salas es que el cien por ciento de la producción se destinará a suministrar energía a los hogares. La electricidad producida en las plantas se canalizará a través del punto de conexión a la red eléctrica ubicado en la villa y a partir de la subestación de la sierra de Buspol.

La masa forestal se recogerá en un radio de cincuenta kilómetros, tal como marca la normativa. Es la distancia máxima en la que se considera rentable la actividad para que no se disparen los gastos de transporte, como señala Álvarez Uría. José Manuel Díaz resalta que las plantas contribuirán al desarrollo de la zona rural de Salas y de concejos limítrofes como Tineo, Pravia, Grado y Belmonte.

Otro objetivo es fomentar los cultivos forestales «energéticos», base para obtener material de abastecimiento para las plantas que contribuirán a mantener hectáreas de monte. Díaz matiza que el éxito de los proyectos también va ligado a la construcción de la red de alta tensión Soto-Penagos.