Oviedo, J. A. O.

La sidra de manzana seleccionada, conocida como «pata negra», también cotiza al alza en los chigres. Aunque fuera de la denominación de origen, se trata de un producto elaborado con materia prima autóctona y que viene avalado por un certificado de calidad. Sale de los llagares de Trabanco, Muñiz, La Nozala, Peñón y El Gobernador, que se encuentran entre los más prestigiosos del país.

La producción de la última cosecha, que ya fue presentada en abril, ronda los 1,7 millones de botellas, cifra que supera en un 13 por ciento a la registrada en 2008, cuando salieron al mercado 1,5 millones de envases. Sin embargo, los llagareros de manzana seleccionada esperan que sea suficiente, tanto para abastecer a los mercados nacionales como para seguir adelante con las incursiones en el ámbito internacional. Y es que este tipo de sidra se comercializa en diversos países de Europa, América y hasta en algunas zonas de Australia.

A la hora de definir este tipo de sidra, Manuel Riestra señala que «es más viva y mucho más joven, y, además, mantiene los aromas de fermentación y un sabor mucho más afrutado». En las catas previas de los más afamados probadores de la bebida asturiana, el producto obtuvo un notable alto, lo que da idea de su calidad.

Junto a la manzana seleccionada, otra de las marcas de calidad que se han puesto en marcha en la región en los últimos años ha salido al mercado bajo la denominación «Sidra tradicional de Nava». Este colectivo, al que se adscribieron nueve llagares del concejo, nació con la idea de defender las peculiaridades llagareras de la zona, donde, históricamente, la sidra siempre salía al mercado más tarde que la del resto de la región, lo que le confería un gran carácter, muy del gusto del bebedor experto y veterano.