Oviedo, M. J. I.

La nueva política agraria comunitaria (PAC), que regirá desde 2013 hasta 2020, suprimirá las ayudas a los ganaderos y agricultores que no están en activo y que no producen. La medida, aprobada por el Parlamento europeo, deberá ser ratificada por los ministros y la Comisión Europea. Supone un giro radical en el planteamiento de las ayudas y ocasionará importantes recortes en España, pero apenas afectará al sector agrario asturiano.

En Asturias el problema está resuelto porque en virtud de una medida implantada por el Principado, en la región solamente pueden acogerse a ayudas de la PAC agricultores y ganaderos dados de alta en la actividad. Además, en el Principado, la concesión de ayudas va en muchos casos ligada al mantenimiento del medio ambiente, lo que implica desarrollar una actividad ganadera.

El Parlamento europeo quiere redefinir el concepto de actividad agraria para asegurar que sólo sean elegibles para recibir las ayudas los agricultores y ganaderos en activo. En el próximo período habrá menos dinero para ayudas. La caja europea se desinflará. Con el actual escenario de crisis ningún país querrá aportar más dinero de su PIB a las arcas comunes. Si hay menos dinero, el reparto será más complejo. La normativa europea estableció en la última reforma agraria la posibilidad de conceder ayudas «desacopladas», desligadas de la producción. El objetivo de Bruselas era propiciar que los campesinos pudiesen cambiar de actividad sin perder subvenciones. Pero con el paso de los años la medida ha provocado el abandono de miles de explotaciones en España. Sus propietarios tienen derecho a cobrar por la cuota láctea, las hectáreas o los derechos de vacuno de carne declarados en 2007. En la vecina provincia de León solamente un tercio de los perceptores de ayudas corresponde a agricultores dedicados a tiempo completo a la actividad agraria. Sólo uno de cada tres de los que perciben ayudas de la Unión Europea son agricultores a título principal.

En 2011 la política agraria pasará de nuevo por el quirófano y se revisarán los mecanismos en vigor. Los expertos están de acuerdo en que el mercado cada vez tiende a una mayor liberalización. Un buen ejemplo es la desaparición del sistema de cuotas lecheras, previsto para 2014. El final de los cupos también incluye el fin de las ayudas, que dejan en Asturias casi 30 millones de euros al año.

Aunque el fin de las cuotas es inamovible, Bruselas no ha cerrado la puerta a compensar a los ganaderos. Los menos de 2.600 que quedan en el sector lácteo asturiano deben más de 15 millones de euros en créditos que solicitaron para comprar 40.000 toneladas de cuotas entre 2000 y 2007. Alemania ha exigido un fondo especial para el sector lácteo. La propuesta está pendiente de la negociación de un nuevo presupuesto.

El chequeo de la PAC, válido hasta 2013, abrió la puerta a un modelo regionalizado, fundado en sistemas productivos territoriales. Estos fondos beneficiaron a los pastos o a las áreas de montaña. Las ayudas al sector agrario en Asturias se conforman bajo un complejo conjunto de medidas de apoyo a los agricultores, derivado de los programas de desarrollo del sector promovidos por la Consejería de Medio Rural y de las decisiones de adaptación y aplicación de la política agraria común de la UE.