Oviedo,

María José IGLESIAS

La escanda, el «trigo asturiano» y cereal panificable por excelencia en la región desde hace siglos, ha dado esta semana un nuevo paso en su largo peregrinar hacia la consecución de una denominación de origen protegida (DOP). El Gobierno del Principado ha remitido a Bruselas la respuesta sobre las dudas planteadas sobre las características del producto, unos recelos que han ralentizado el proceso de tramitación de la marca de calidad. Ahora la pelota está en el tejado de las autoridades europeas, que deberán tomar la decisión definitiva sobre la DOP.

La Unión Europea solicitó al Principado datos sobre las semillas y aclaraciones acerca de la diferencia entre la escanda y el trigo. Los cultivadores asturianos plantearon en su solicitud, presentada en 2008, que la denominación de origen protegida Escanda Asturiana ampare tanto al cereal en grano como a la harina.

La DOP, figura de protección que Bruselas reserva para los productos con una identidad específica circunscrita a un área geográfica, supondrá un espaldarazo para un cultivo que suma en la actualidad unas doscientas hectáreas en toda Asturias.

Los trámites para conseguir la denominación de origen se iniciaron en 2007. Esta semana la Consejería de Medio Rural publicó en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA) una resolución del 5 de julio por la que emite una decisión favorable sobre la solicitud de inscribir en el registro comunitario de la denominación de origen protegida (DOP) la escanda de Asturias.

Esto quiere decir que la documentación se ha enviado de nuevo a Bruselas, tras la respuesta a las dudas planteadas por la Unión Europea sobre el cereal asturiano. Para que la denominación sea definitiva, Bruselas debe dar el visto bueno y proceder a inscribir la escanda en el registro europeo de marcas de calidad, donde ya se encuentran los quesos cabrales, el afuegal'pitu, el casín y el gamonedo, junto a la sidra, la faba, la ternera y el chosco de Tineo.

Aunque la marca de calidad aún no esté aprobada de forma definitiva, los envases de los productos amparados por la denominación pueden llevar una etiqueta que diga indistintamente Escanda de Asturias o Escanda d'Asturies.

También se constituirá un consejo regulador, que será el encargado de velar por la producción. En las etiquetas deberá figurar la mención denominación de origen protegida Escanda de Asturias, que ya tiene su logotipo, exclusivo para los productos elaborados con escanda.

Las plantaciones de escanda se reparten por toda Asturias, pero tienen especial presencia en los concejos de Lena, Pravia, Belmonte de Miranda y Grado. Precisamente los mercados que se celebran en la villa moscona los miércoles y domingos son los centros neurálgicos de la venta de pan de escanda.

Poco a poco, otras áreas de Asturias se suman a uno de los cultivos más rentables del campo asturiano. La Comarca de la Sidra ha dado sus primeros pasos en la plantación de escanda y su empleo en la elaboración de bizcochos, galletas o pan, rompiendo con la tendencia de que los cosecheros se ubiquen en el centro-occidente de la región. Enrique Malo ha sido el pionero en los municipios sidreros, con casi 5,5 hectáreas en Argüeru y Oles y en Ceceda (Nava).

El pan de escanda, que puede costar unos 5 euros, se caracteriza por su corteza lisa y fina, de color entre anaranjado y tostado. Se puede mantener durante varios días sin perder los atributos del pan fresco. El investigador Guillermo García González de Lena, del SERIDA, asegura que el futuro de la escanda va ligado a superar las limitaciones orográficas que frenan el desarrollo del cultivo.