Oviedo,

María José IGLESIAS

La campaña de pesca de la angula comenzará en noviembre. La especie, que superó los 2.000 euros por kilo el año pasado en las rulas asturianas, dará un paso más hacia su recuperación, a través del nuevo plan de recuperación de la anguila anunciado esta semana por el director general de Medio Natural, José Jiménez.

La temporada angulera se saldó en marzo con unas ventas de 2.811 kilos de pescado, 1.862 más que en la campaña anterior, que supusieron un aumento del 248% respecto al 2008-2009. En la ría del Nalón, que concentra la mayor parte de la pesca, faenaron 45 embarcaciones. Las licencias a pie sumaron 207 en la región. Para la próxima costera se esperan cifras similares.

El plan de explotación de la ría del Nalón, en su sexta campaña de funcionamiento, incluye vedas de pesca y arroja resultados positivos para la especie, según datos de la Dirección General de Pesca del Principado.

En la misma línea, el Ministerio ha elaborado unos planes, que deben asegurar la gestión de la especie y, especialmente, su continuidad en la naturaleza. España es uno de los países pioneros en la adopción de medidas para compatibilizar la continuación de la actividad económica sostenible de la anguila y la angula con su recuperación.

Jiménez inauguró en el palacio de Miramar de San Sebastián las Jornadas españolas de la anguila, organizadas por el Ministerio con el fin de analizar la situación de la especie, que es objeto de preocupación en medios científicos y conservacionistas por la disminución verificada en sus poblaciones.

Durante la inauguración, el director general de Medio Natural y Política Forestal ha dicho que estas jornadas contribuirán, sin duda, a mejorar el conocimiento sobre la anguila y a establecer actuaciones decididas que ayuden a acabar con la preocupación sobre la supervivencia de esta especie única, y ha asegurado que el propósito del Ministerio es seguir actuando con firmeza para no perder este valioso recurso de la biodiversidad que tiene un importante valor económico y social.

Jiménez explicó que la constatación del declive de la anguila durante los últimos veinticinco años ha sido reconocida por los países del entorno. España, junto otros estados miembros de la Unión Europea, es un país pionero en la adopción de las primeras medidas que intentan aunar la continuación de una actividad económica sostenible de la anguila con la recuperación de la especie, de sus hábitats y de su área de distribución.

La Unión Europea propuso la inclusión de la anguila europea en la Convención sobre el Tráfico Internacional de Flora y Fauna Silvestres (CITES), una medida que entró en vigor en marzo de 2009 y que obliga a asegurar que se cumplen todos los aspectos legales y de conservación en el comercio internacional de la anguila. El reglamento europeo que establece las medidas para asegurar la recuperación de los stocks de anguila europea también incluye la obligación de realizar planes de gestión para la anguila en las diferentes cuencas hidrográficas donde se presente.

Según Jiménez, gracias al trabajo de las diferentes comunidades autónomas implicadas -entre ellas, Asturias- y a la coordinación realizada por el Ministerio, España ha elaborado estos planes, que deben asegurar la gestión de la especie y, particularmente, su continuidad en la naturaleza como un elemento fundamental de la fauna del océano Atlántico y de los ríos europeos y norteafricanos.

Hasta el momento, criar anguilas en cautividad desde la fase larval hasta la fase de anguila plateada es una quimera debido a la complejidad del proceso, que se puede prolongar de 12 a 20 años, lo que hace imposible su recreación en piscifactoría. Las larvas o leptocéfalos nacen en el mar de los Sargazos y viajan hasta los ríos de todo el mundo.

Una vez que llegan a las bocanas de las rías, se produce la metamorfosis de esta especie alcanzándose el estadio conocido como angula de cristal. Tras remontar los cauces fluviales, las angulas se convierten en anguilas amarillas, punto a partir del cual comienza a tener lugar la diferenciación sexual. Finalmente, las anguilas adultas o plateadas regresan a los Sargazos, en cuyas profundidades tiene lugar la puesta y reproducción.

Cuando las anguilas son liberadas, su seguimiento es casi imposible. En países como Francia, los ejemplares adultos son marcados y pueden ser seguidos. En España las reducidas dimensiones de los alevines engordados -unos 10 o 15 centímetros- impiden realizar esta práctica, por lo que tan sólo pueden estudiarse las poblaciones cuando Medio Ambiente realiza pescas eléctricas, según señala Jiménez.