Oviedo,

María José IGLESIAS

El nuevo reparto de los cupos de pesca de xarda (caballa) para este año, por embarcación y no por tripulante como ocurrió en 2010, ha puesto en pie de guerra a la flota de palangre en Asturias, con 30 embarcaciones del total de 320 que integran la regional. Saturnino Álvarez, de Puerto de Vega, representante de la Asociación de Armadores del Cantábrico (Arpacan), denuncia que la Secretaría del Mar, del Ministerio de Medio Marino, distribuye las cuotas «de forma discriminatoria» para los barcos que mantienen más empleos y que más pagan al tesoro publico.

El principal punto de fricción entre los armadores y el Gobierno estriba en que para las modalidades de pesca que no sean arrastre y cerco el cupo diario de desembarcos pasa de los 1.000 kilos por tripulante y día fijados en 2010, a un tope de 2.300 por embarcación, sin tener en cuenta el número de marineros con que cuenta cada nave. Los palangreros piden que vuelva a incluirse la distribución por persona o de lo contrario tendrán que reducir tripulantes. «A la Administración no se le puede consentir que intervenga en la forma de pescar el cupo asignado, solamente debe controlar que no se rebase el cupo anual», señala Álvarez. La Unión Europea ha asignado un 30 por ciento de la pesca a los arrastreros; un 28 por ciento al cerco y un 34 por ciento al palangre. Los pescadores no discuten la cantidad, pero reprochan al Gobierno que si Bruselas no se mete con las descargas diarias, sea la Administración española la que sí lo haga. «Porque lo único que importa es que no se exceda la cuota», señala Álvarez. Los armadores consideran que debe ser el sector implicado quien regule la forma de pescar la especie como se venía haciendo hasta esta fecha.

En alusión a los representantes del sector pesquero asturiano que negociaron el reparto, Álvarez indica que «no lo han hecho bien y tendrán que dar cuenta a las empresas que viven de la pesca de esta especie». Añade que a la Administración no se le puede consentir que intervenga en la forma de pescar los cupos asignados, «solamente debe controlar que no se rebase la cantidad de pescado autorizado». La pesca de la xarda o verdel ya se cerró con antelación en primavera porque los barcos agotaron los cupos, salvo el 8 por ciento de las embarcaciones de menor calado.