Santianes de Pravia,

Sara ARIAS

Incalculables kilos de basura, arrastrados por el agua río abajo, penden de las estructuras que sostienen las plantas del kiwi en Pravia a consecuencia de las riadas del domingo al martes. Un denso y negro fango ocupa las plantaciones y se ha colado también en las casetas de las fincas. Ayer se mantenían todavía bolsas de agua en medio de las plantaciones. En la finca El Llerón, en la vega de Santianes de Pravia, por suerte y previniendo el peor de los escenarios, la maquinaria y los aparejos de trabajo fueron retirados. Falta comprobar el estado de los cuadros eléctricos y la bomba de regadío. Una vez más, y ya es la tercera, las plantaciones de kiwis del bajo Nalón, más del 50 por ciento del total en Asturias, han sido de las más afectadas por el desbordamiento del río. El daño está aún por calcular. Pero, sobre todo, lo que se palpa en las vegas de Pravia es desmotivación.

«Que tomen medidas ya. Estamos así desde 2010 y esto va a peor», afirma Ignacio Cavanilles, presidente de la Asociación de Productores de Kiwis de Asturias. De hecho, consideran que las inundaciones en las vegas del bajo Nalón son «evitables». Y culpan a la Confederación Hidrográfica de la repetición constante de las crecidas del río. «Obviamente, entendemos que son causas naturales, pero existe una negligencia por parte de las autoridades competentes en ríos», sentencia Cavanilles.

El dueño de la producción de kiwi en la finca El Llerón, Ignacio Suárez, también apunta en la misma línea: «Veo incomprensible que el responsable no dimita o que sea despedido fulminantemente». Critican la política de desembalse de los pantanos. Sostienen que consiste en «abrir de golpe». Suárez considera que se debe regular el caudal: «Si el embalse está al 80 por ciento, tienen que ir soltando agua poco a poco para que estén regulados cuando haya lluvias, porque al abrir cuando ya está saturado el agua llega al río y actúa con más fuerza».

También reclaman una limpieza más intensa en los ríos. «De esta forma podemos evitar que cuando hay crecidas el río arrastre toda esa basura». De hecho, los daños en las plantaciones de kiwis que se han producido esta semana no afectan, por suerte, a las plantas. En esta época del año se encuentran en estado vegetativo.

Pero todos los desperdicios y troncos de árboles que arrastra el río dañan seriamente las estructuras de hormigón sobre las cuales están las plantas. También afecta al cableado que las sostiene. Ayer, el día después del desbordamiento del río Nalón, el productor de la finca El Llerón aún no puede contabilizar el perjuicio económico: «No lo sé, calculo que estará alrededor de 30.000 euros». Una estimación en base al gasto que le supuso arreglar todos los desperfectos de las riadas de 2010, cantidad por encima de los 60.000 euros, «puestos de su bolsillo», detalla el presidente del colectivo de productores. Aún están esperando a cobrar las indemnizaciones por las riadas de junio y octubre de 2010. Por lo que la actividad agrícola se desespera ante una nueva inundación. «En 2010 prometieron indemnizaciones y puedo asegurar que a día de hoy en el 99 por ciento de los casos no se ha visto ni un duro», asegura tajante Cavanilles. En esta ocasión, ni esperan que lleguen ayudas para cubrir los gastos de los daños, «y menos, tal y como está la coyuntura económica ahora mismo», añade.

Tal es la desesperación que Suárez declara que tenía previsto más inversiones en la zona, con cuatro nuevas hectáreas para plantar kiwis. Pero apunta que «si esto no mejora, lo echaré para atrás».