La prolongada sequía que vive el campo asturiano desde el pasado otoño pasará una cara factura a los ganaderos de la región, abocados a comprar en el mercado exterior los cereales y forrajes que les niegan las praderas asturianas. El gasto en comida será un 30 por ciento más alto esta primavera, ya que los alimentos subirán y a las compras habituales se suma el abastecimiento extra, que apenas se suele necesitar en esta época del año, para compensar la falta de pastos naturales.

Buena parte de las cooperativas de la región que aprovisionan a las ganaderías han comenzado a enviar cartas a sus asociados y clientes para informar de inminentes subidas. La razón principal es que la falta de lluvias se extiende al resto de España y en muchos casos será necesario traer la materia prima en otros países.

En un año normal, a estas alturas las reses ya estarían pastando en las praderas. Si el agua se resiste, los ganaderos temen no poder llevar tan siquiera las vacas a los puertos a partir de mayo, tal como recalcó Maximino Ron, presidente de la Asociación de Criadores de Asturiana de los Valles (ASEAVA).

Ron cuantificó en un 30 por ciento el incremento de costes para una ganadería de tamaño medio (unos 60 animales). El promedio diario de consumo de forrajes por ejemplar es de unos dos kilos, lo que da lugar a unos 3.600 kilos mensuales de consumo, a un precio actual que oscila entre 20 y 25 céntimos. «Con las subidas que se avecinan, quien gastaba 70 tendrá que pagar 100... es un desastre», agregó Ron, que también se mostró convencido de que el futuro se presenta oscuro para las explotaciones del Principado.

La situación es crítica en las ganaderías de carne, ya que el cebo de terneros en Asturias se basa, en su mayor parte, en los pastizales. Las explotaciones lácteas tampoco se libran, ya que el cereal que se emplea habitualmente como suplemento deberá suplir la escasez de hierba, según señaló la secretaria de ASAJA en Asturias, Geli González.

Por su parte, la secretaria general de COAG, Mercedes Cruzado, denunció ayer que los ganaderos asturianos se están quedando sin reservas, y «los proveedores de forrajes y piensos ya se frotan las manos». El sindicato agrario reclamó a las administraciones autonómica y estatal que a la hora de realizar balances sobre la sequía que viene padeciendo todo el país, sea tenida en cuenta también Asturias. Cruzado expresó su preocupación porque «se habla de la sequía en Galicia y otras partes de España, pero en Asturias estamos igual o peor que en esas zonas», recalcó. No pasó por alto que los ganaderos asturianos arrastran la sequía desde el año pasado, «cuando ya hubo gran escasez de pasto en otoño, con lo cual, los ganaderos hemos tenido que tirar de lo almacenado para este año. Nos enfrentamos, por tanto, a la nueva campaña sin reservas», explicó. Los ganaderos estiman que si no llueve pronto, se perderá, al menos, un 50% de lo previsto para cosechar durante la primavera y el verano. «El campo ya no producirá nada, porque al no haber reservas de agua en el subsuelo, el habitual segundo corte de hierba para ensilar no brotará», señaló Cruzado. COAG criticó las apreciaciones de los expertos en meteorología que «no ven motivos de alarma», aunque reconocen el norte de España como una de las áreas más afectadas. Cruzado los invitó a que se den una vuelta por los pastos asturianos, porque «los manantiales no han brotado este invierno y en el medio rural no hay señal de alarma mayor que ésta». El sindicato pide al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, al menos, el adelanto de las ayudas de la PAC.