Los veterinarios asturianos han intensificado la vigilancia sobre la cabaña de rumiantes -bovino, ovino y caprino- para prevenir y detectar un posible caso del virus de Schmallenberg, según confirmó a LA NUEVA ESPAÑA el presidente del Colegio de Veterinarios, Armando Solís.

El pasado martes el laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) confirmó el primer caso en España, en una explotación mixta de ganado ovino y caprino en la localidad de Hinojosa del Duque, en la provincia de Córdoba.

La enfermedad, que toma su nombre de la ciudad alemana en la que fue diagnosticada por primera vez en el verano de 2011, ya se ha expandido por siete países europeos. Solís indicó que aunque el cuadro clínico de la enfermedad es menos agresivo que el de la lengua azul, ocasiona abortos y malformaciones fetales en los animales. También añadió que no se transmite al hombre. Se transmite fundamentalmente por mosquitos o a través de la placenta.

Según los datos disponibles por el momento, la repercusión económica de la infección no es de gran consideración, ya que los animales adultos se recuperan con rapidez de un cuadro que cursa con síntomas que los facultativos califican de «leves».

El pasado 6 de marzo, los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Andalucía se pusieron en contacto con la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad -dependiente de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria, del Ministerio de Agricultura- para comunicar la sospecha de la presencia del virus. La notificación fue debida a la aparición de un caso de aborto ovino con malformaciones y lesiones.

De acuerdo con la política actual seguida en los estados ya afectados y a las orientaciones emanadas de la Comisión Europea, no se prevé la adopción de medidas de restricción de movimientos de reses tras la detección de la enfermedad.

Hasta la fecha se han localizado un total de 1.843 casos, además de España y Alemania, en Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Reino Unido.