Oviedo, María José IGLESIAS

El probable retraso de la aprobación de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) -debido, a su vez, a la demora de las perspectivas financieras de la Unión Europea entre 2014 y 2020-, permitirá prorrogar el presupuesto actual de la Unión Europea (UE) y mantener el nivel de subvenciones para Asturias, de 125 millones de euros anuales, al menos en el ejercicio de 2014.

Así lo explicaron los eurodiputados del Grupo Popular en el Parlamento europeo, el asturiano Salvador Garriga, portavoz de la Eurocámara para Presupuestos y Política Financiera, y la riojana Esther Herranz, portavoz en Agricultura, durante la jornada de debate sobre la PAC celebrada en Oviedo por el sindicato ASAJA con participantes de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla-León.

La propuesta de reforma de la PAC que ha realizado la Comisión Europea, y que la pasada semana se ha debatido en Bruselas, es lesiva para los intereses de Asturias porque establece ayudas por hectárea y no por producción, lo cual beneficia a las comunidades que cuentan con grandes explotaciones.

Garriga considera que sería ventajoso una ralentización en la aplicación de los cambios, en principio previstos para 2014, ya que de ese modo habrá más tiempo para conseguir un presupuesto más generoso, aspecto en el que el Grupo Popular -mayoritario en la Cámara- está básicamente de acuerdo con los socialistas, segundos en importancia numérica. «Queremos mantener, al menos, el mismo dinero que está consignado hasta 2013, y ahora parece que el tiempo juega de nuestro lado», aclaró Garriga.

Aunque la propuesta formal de reforma la realiza la Comisión, el Parlamento tiene la capacidad de oponerse o refrendarlo. Tanto Herranz como Garriga coincidieron en señalar que el Gobierno español, que ha consensuado la proposición presentada en Bruselas con las comunidades autónomas, utilizará al Parlamento europeo para presionar y lograr que los agricultores y ganaderos de la Cornisa no salgan perjudicados con un presupuesto restrictivo.

Una de las razones que aconsejarían una demora en la aplicación de la nueva PAC es que, a juicio de Garriga, el peor año de la crisis es el presente ejercicio 2012; en el año 2013 será de equilibrio y en 2014 retornará el crecimiento. Con ese panorama, si ahora se da luz verde a las perspectivas, que deberían cerrarse este año, tomando como referencia el marco actual, en el año 2015 tanto el sector agrario como el resto tendrán unas partidas que no permitirán abordar nuevos proyectos.

Esther Herranz destacó la importancia de transmitir a los ciudadanos que la PAC no sólo sostiene las rentas de los agricultores, sino que avala la producción de alimentos con un alto nivel de exigencias en calidad. «Es erróneo transmitir el mensaje de que se puede traer la comida de fuera más barata, porque nadie se ha planteado qué pasará cuando la carne cueste lo mismo que el petróleo», indicó. Los eurodiputados apoyan la introducción de medidas que aporten un componente verde a la nueva PAC -el llamado «greening», que España mira con recelo-, pero que respeten las situaciones específicas en los diferentes estados miembro, proponiendo una mayor flexibilidad.

Herranz también defendió que los pagos directos se distribuyan en la UE de una manera más justa entre los estados y dentro de ellos, en las regiones. Matizó que el dinero que llega a los agricultores y ganaderos no son propiamente ayudas. «Yo prefiero hablar de indemnizaciones por la pérdida progresiva de renta». Una de las causas que contribuyen a ello es la subida de los costes de producción.