El avance de la avispa asiática preocupa mucho en Boal, el principal municipio productor de miel del Occidente, famoso por la calidad de su producto. En la zona se estima que hay en torno a un centenar de productores, pero sólo unos veinte sacan su miel al mercado. La cercanía con la presencia de la devoradora de abejas en San Tirso pone en riesgo la producción boalesa, que en los años buenos supera los 40.000 kilos, y sirve como sustento a varias familias. "Estoy como todos aquí, muy preocupado. Todavía no la vimos en la zona, pero no tardará en llegar", reconoce Julio Fernández, un veterano productor de miel, que mantiene una sociedad de transformación de este producto.

Fernández afirma que en otros lugares a donde llegó la "velutina" se han tratado de instalar trampas con botellas de refresco para capturarla, aunque duda de su eficacia. "No sé yo qué resultado les daría en el País Vasco". Apunta a que el problema "tiene mala solución", que pasaría por destruir los nidos. "Tienen otro problema: los hacen en sitios muy altos. En Francia, donde estuve viéndolas, los construían en cornisas de casas, en lo alto de los árboles, y allí es difícil fumigarlos", explica el apicultor.

Aún no se ha previsto nada ante la inminente llegada de la avispa asiática al concejo, y las soluciones pasan por trabajar unidos frente al enemigo. "Se trata de destruir los nidos donde se pueda, y colocar trampas. No hay más", concluye Fernández.

La información es la clave en este asunto. Lo sabe bien Andrea González, que además de presidir la recién creada Asociación de Abeyeiros del Occidente, posee una explotación apícola en Castropol. En los últimos meses se ha dedicado a promover cursos de formación en avispa asiática por toda la comarca y también autoeditó un manual para combatirla que firma el técnico José Ornia. "Ese manual es lo único editado sobre la avispa", precisa González. En el texto se dan datos claves sobre esta avispa, que se caracteriza por su gran tamaño y por su voracidad ya que es capaz de diezmar una colmena en días. El manual también ofrece herramientas para combatirla.

Es fundamental saber qué hacer y también trabajar en equipo. Precisamente fue en la feria de la miel de Boal donde surgió la creación de esta asociación que agrupa a una veintena de productores del noroccidente asturiano. "En general los apicultores y sobre todo aquí no están muy organizados", añade González quien expone la importancia de trabajar de manera coordinada para destruir nidos, algo que se ha hecho en otras regiones afectadas. En este sentido González considera que es importante aprender de los errores y aciertos cometidos por las comunidades que como Galicia o Cataluña ya padecen las consecuencias de este insecto que desafortunadamente ha venido para quedarse.