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El fin de las cuotas

Un ganadero que montó su propia industria láctea

Rafael Solís vende por su cuenta la leche de su ganadería, Emilio González piensa doblar la producción y Adrián Iglesias e Iván Álvarez se quedan como estaban: tres formas de afrontar el fin de las cuotas

Primer día sin cuotas lácteas en Asturias y en las ganaderías de Adrián Iglesias e Iván Álvarez, de Llanera, no ha cambiado nada. Ninguno de los dos prevén aumentar su producción de leche, pese a que se ha abierto la puerta de la liberalización del mercado. Ambos creen que el incremento sólo les llevaría a la ruina. El caso contrario se da en San Pedro (Tineo), donde Emilio González dirige la explotación Casa Manolón, con 125 vacas. En mente tiene doblar la producción, ya sea dentro de la región o fuera. Este profesional tiene claro que, de encontrarse con problemas en Asturias, emigrará a Castilla y León, donde las oportunidades para crecer, dice, son mayores. Para ello, calcula que tendrá que hacer una inversión inicial de unos 500.000 euros.

González ve así con optimismo el final de las cuotas, a diferencia de muchos compañeros de profesión, que consideran que el nuevo modelo que rige el sector lácteo llevará al cierre de muchas explotaciones de la región. El tinetense opina que, a estos ganaderos, les falta autoestima. "Hicimos un esfuerzo muy grande para mejorar las instalaciones y las vacas y eso, se traduce ahora en que España es el país mejor preparado para la producción de leche", dice. Por ello, destaca que los profesionales asturianos están preparados para "obtener la mejor leche e inundar el mercado europeo". Sin embargo, para alcanzar este objetivo estima completamente necesario que los productores cuenten con el apoyo de las administraciones y las industrias lácteas.

Ante el panorama que dibuja la desaparición de las cuotas, el empresario asegura que "la única forma de sobrevivir es aumentar la producción para reducir los costes y rentabilizar los gastos fijos de la ganadería". Su objetivo es pasar de 125 vacas a las 300, con las que podría llegar a producir una media de 12.000 litros de leche diarios. Para ello, es consciente de que también tendrá que invertir grandes sumas de dinero en la construcción de una nueva nave y en la ampliación de la sala de ordeño. Ya sueña con hacer realidad su proyecto.

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