Jana Pérez Gallego siempre tuvo muy claro lo que quería ser: veterinaria. En Lugo cursó la carrera y, tras licenciarse, estuvo un tiempo haciendo prácticas con caballos en El Asturcón, en Oviedo, para viajar luego a México, donde siguió formándose. Y es que, al igual que por esta profesión, Jana Pérez siempre ha sentido pasión por los caballos. "De regreso aquí realicé un curso de acupuntura veterinaria, enfocado a la prevención y rehabilitación de lesiones", afirma.

Su oficio hizo que conociese a quien hoy es su pareja, Otilio González, como ella un enamorado de los caballos y que, desde muy joven, ha participado en carreras de alta resistencia (endurance). Fue bicampeón de España junior. Los caballos tuvieron la culpa de que se conociesen. "Él me llamó para atender a uno de sus animales y, hasta ahora", dice esta joven que, en abril del año pasado, abrió su propia clínica en Argüero (Villaviciosa), con el nombre de La Quintana, en la que fue la casa de sus abuelos, Azucena Caso y Enrique Pérez.

"Hemos ido despacio, con calma pero sabiendo bien lo queríamos desde un principio. En primer lugar rehabilitamos la planta baja y lo primero que pusimos fue el quirófano para luego seguir ampliando. Después hicimos obra en el piso superior y aquí vivimos ya hace meses", indica Jana.

Los animales que atiende esta joven veterinaria son perros, gatos y caballos. Cuenta para ello con una aparatología muy moderna. "Nuestros equipos son todos portátiles, como el ecógrafo o el de rayos X. En un minuto ya estás viendo el resultado en el ordenador con una calidad de imagen tremenda. Como complemento a la acupuntura, también tenemos terapia láser", añade.

Otilio, por su parte, se ocupa de la doma, desbrave y entrenamiento de los caballos. "Ofrecemos también, además de pupilaje, descanso y rehabilitación. En un fin de semana hicimos el primer box y luego traje dos potrinos para domar. Ahora ya contamos con varios boxes además de tener caballos propios", señala este joven jinete. Los dos se encuentran contentos con este proyecto en Argüero. "Vamos poco a poco. Cada vez tenemos más clientes, tanto en la clínica veterinaria como para la guardería canina, que también está teniendo mucha aceptación", añade Jana.