La leche es agua en Asturias. O eso es al menos lo que se desprende de su bajo precio. Algunos supermercados de la región ya venden el brik más barato que la botella de agua a consecuencia de la crisis ganadera. Las cifras que maneja una conocida cadena comercial son los siguientes: un litro de leche de marca blanca cuesta 59 céntimos mientras que una garrafa de agua o un zumo vale 55. La diferencia en la etiqueta es mínima, pero la diferencia en la producción es grande. El Ministerio de Agricultura pretende frenar este desplome eliminando las promociones. El acuerdo lácteo, firmado la semana pasada en Madrid por productores -excepto COAG y UPA-, industria y distribución, compromete a los supermercados a "valorizar la leche estableciendo medidas concretas que impidan su uso como producto reclamo en sus establecimientos que banalicen los productos lácteos ante el consumidor". El pacto también invita a promover la identificación del país de origen de la leche mediante la inclusión de esta información en los folletos promocionales y la cartelería.

A partir de estas medidas, Ramón Artime, presidente de la Interprofesional láctea INLAC y representante del sindicato agrario ASAJA, opina que la leche se dejará de vender igual que si fuese agua. "El acuerdo tardará todavía mes y medio en ponerse en marcha, pero nosotros ya estamos trabajando en esta línea", explica Artime, quien precisa que las oferta no serán suprimidas en su totalidad. "Eso es difícil. Siempre habrá promociones para poder sacar la leche que está a punto de caducar", indica.

Por su parte, los representantes de COAG y UCA creen que el pacto lácteo no será suficiente para corregir esta situación. "El documento carece de garantía jurídica, es decir, no hay nada que les obligue a los supermercados a cumplir con lo que se plantea en él. Así que van a seguir haciendo lo que les de la gana", protesta Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias. Cruzado recuerda que "el agua es gratis", mientras que el litro de leche cuesta producirlo unos 35 céntimos. Joaquín López, de la Unión de Campesinos de Asturias, ahonda en esta problemática: "No se puede pretender subir el precio al ganadero si no se sube antes el valor de la leche al consumidor". López cree que el acuerdo lácteo, el cual recoge medidas en esta línea, "es una tregua". "Todo lo que se plantea no va a servir para solucionar la situación, sino para evitar más manifestaciones", agrega. Por contra, los sindicatos valoran positivamente que se de transparencia a la cadena y que por primera vez se sepa el partido económico que la distribución saca de la leche.