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En Asturias por amor a la naturaleza

Azucena Roa, licenciada en Filología Inglesa y educadora ambiental, vive en Santo Adriano de Tuñón, donde trabaja como guía de turismo activo

Azucena Roa Madrid, junto a algunas de las bicicletas de la empresa de turismo activo en la que trabaja. ANA PAZ PAREDES

Azucena Roa Madrid no necesita mucho para ser feliz. Todo lo contrario. Básicamente vivir en un medio natural, dedicada a actividades de turismo activo y como formadora de educación medioambiental. Desde hace más de dos años reside en una pequeña casita en Villanueva, en Santo Adriano de Tuñón, donde no cambia las vistas desde su porche por el mejor televisor de plasma, aparato en su casa inexistente. Eso sí, la radio no falta sobre un estante de su pequeño salón cocina donde, mientras toma una taza de té, ultima la próxima excursión por lo mejor del otoño.

De corazón burgalés, como a ella le gusta definirse, se licenció en Filología Inglesa en Madrid. Sin embargo a ella, ya de niña y como afirma, "siempre le tiraba el monte. Lo cierto es que la vida te va llevando por otros derroteros. Después de muchas rutas y de muchas escapadas en la Naturaleza supe que era a esto a lo que me quería dedicar", señala esta joven que habla siempre con pasión de lo que le trajo a Asturias a vivir en el campo y por el campo. Con el tiempo realizó proyectos de agricultura ecológica, convirtiéndose en formadora especialista en este tema, además de prepararse como educadora medioambiental.

Antes de venir a Asturias estuvo un tiempo en Canadá y también, en España, con un proyecto de agricultura ecológica en Andalucía. Cuando finalizó su trabajo en el parque natural de Despeñaperros, empezó a mirar "al Norte, hacia Asturias, tenía amigos por aquí y me dije voy a probar a ver qué pasa. Estuve un tiempo en casa de unos amigos mientras trabajaba como voluntaria con el FAPAS y poco después encontré mi casa en Villanueva, donde vivo desde hace dos años", recuerda.

Azucena Roa es guía de turismo activo en una de las empresas pioneras de este sector en Asturias, Deporventura, que se abrió hace ya unos cuantos años en los valles del Trubia y que tiene una de sus sedes en Buyera. Sus compañeros no tienen más que buenas palabras para ella. "Aquí organizamos rutas y actividades todo el año. Por ejemplo, ahora hay mucha demanda de espeleología e incluso descenso de barrancos. En invierno organizamos, por ejemplo, excursiones con raquetas. Yo me encargo personalmente de las rutas en la naturaleza explicando a los viajeros cuanto tiene que ver con la flora y la fauna que pueden ver en el recorrido; identificación de plantas medicinales, etcétera. Recientemente organizamos una salida sobre localización e identificación de setas", recuerda ella.

Además de su actividad como educadora medioambiental y guía, Azucena forma parte del Ecomuseo La Ponte, promoviendo todo tipo de actividades de ocio y culturales, e imparte también clases de inglés para niños y adultos.

Su vida hoy, en su casa de Villanueva, la define con una palabra: tranquilidad. "Para mí no tiene precio levantarme cada mañana y mirar la montaña, respirar lo verde, irme a comprar con mi bicicleta. La Naturaleza es mi medio y estoy acostumbrada a vivir así, con poco que, para mí, es más que suficiente. El campo tiene que gustarte mucho porque si no no aguantas vivir en él. Hay gente que prueba, y al final acaba marchando porque no son capaces de ser felices con lo básico".

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