Si Julio Verne levantase la cabeza se quedaría extasiado ante el listado de nuevos alimentos autorizados por la UE, entre ellos el aceite de colza concentrado en materia insaponificable, el pan de centeno con fitosteroles y fitostanoles añadidos, los productos tipo leche y productos tipo yogur con ésteres de fitosterol añadidos, las proteínas de patata coagulada y sus hidrolizados y los fosfolípidos de yema de huevo.

La Comisión ha presentado al Parlamento una clasificación con productos que se supone podrán llegar a los frigoríficos de las casas europeas en los próximos años. Hay de todo, desde lo que pueda obtenerse a partir de cultivos celulares de tejidos hasta microorganismos aún desconocidos. El caso más llamativo, por su espectacularidad, son los insectos. Algunos ya fueron autorizados el pasado mes de septiembre por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (AESA).

Los expertos consideran que pueden ser una fuente pura de proteínas, por lo que su futura regulación se basará en este reglamento.

La autorización de nuevos alimentos susceptibles de venta en el mercado europeo ya no estará en manos de las autoridades nacionales, sino de un comité de expertos de la Comisión Europea.

Ahora son las agencias nacionales las que deciden e informan al resto de países, que, a su vez, pueden presentar objeciones, lo que obliga a llevar el caso a la AESA y retrasar el proceso hasta tres años. La nueva normativa comunitaria pretende mejorar las condiciones para que las empresas puedan comercializar más fácilmente alimentos innovadores en el espacio geográfico de la UE, manteniendo un elevado nivel de seguridad alimentaria.

También permitirá a los consumidores europeos disfrutar de una mayor oferta de alimentos y a la industria agroalimentaria -el segundo mayor sector de empleo en Europa- gozar de un entorno más favorable para aprovechar las innovaciones, lo que, a su vez, favorecerá el crecimiento y el empleo.

Eso sí, los alimentos provenientes de animales clonados tendrán que esperar. Aún no se libran del veto y quedan fuera de la reglamentación.