La profunda crisis financiera que atraviesa la multinacional sevillana Abengoa, con actividad centrada en las energías renovables, telecomunicaciones y medio ambiente, puesta como ejemplo por Obama en sus discursos, que podría desembocar en quiebra, es mucho más que el crack de una compañía privada. Al sector agrario español de los grandes cultivos cerealísticos le afecta la posible debacle tanto o más que a empleados y accionistas, pero, curiosamente, de rebote, a los ganaderos asturianos puede llegar a beneficiarles.
La empresa, liderada por la poderosa familia sevillana Benjumea, solicitó el preconcurso de acreedores el pasado 26 de noviembre al no poder cerrar una financiación puente de 450 millones de euros con los bancos acreedores y tiene ahora cuatro meses para negociar una deuda multimillonaria. Los granjeros de la región ya notan algún "beneficio". Abengoa es una gran compradora de maíz para producir etanol, adquiere el equivalente a lo que produce toda la provincia de León, la más importante de España en la superficie dedicada a este cereal. Las dificultades de la empresa provocan el desplome del precio del maíz en un porcentaje estimado en un treinta por ciento para los agricultores, en plena campaña de recolección. Además, si Abengoa, con cuatro meses por delante para negociar su deuda multimillonaria, no llega a un acuerdo con los acreedores, las bajadas de cotización se trasladarán a todos los cereales, con los perjuicios que esto acarreará a toda la cadena comercializadora.
El maíz constituye una de las materias primas más demandadas en las cuadras asturianas. De hecho, representa la base de la alimentación del ganado en los meses de invierno, cuando no hay pastos frescos disponibles. También es una de las principales partidas de gastos. Cualquier rebaja en la factura resulta bienvenida por un sector que lucha a capa y espada por mantener la rentabilidad. Desde el pasado 25 de noviembre, cuando se hicieron públicas las dificultades de Abengoa, el precio por tonelada pasó de una media de 180 euros a unos 165 euros. La firma, una institución en Andalucía, donde auspicia la Fundación Artística y Cultural Focus-Abengoa, con sede en el sevillano Hospital de los Venerables, es la principal productora de biodiésel de España en sus tres plantas, ubicadas en A Teixeiro (La Coruña), con capacidad para producir anualmente 176 millones de litros; Escombreras (Murcia), donde la empresa tiene capacidad para poner en el mercado otros 150 millones, y en Babilafuente (Salamanca), con un tercer centro de producción con posibilidades para 200 millones de litros. El caso es que la merma en el precio del maíz llega cuando las perspectivas mejoran ligeramente para el sector lácteo, al menos en el entorno europeo. El pasado octubre los ganaderos comunitarios percibieron una media de 30,5 céntimos por litro, un pequeño aumento respecto al mes anterior. Se trata del primer ascenso de precios después de bajadas continuadas desde enero de 2014. Será necesario esperar para determinar si se trata de un giro circunstancial o si, por el contrario, entraña un cambio de tendencia. En España el precio también subió y pasó de 30,4 céntimos en septiembre a 31 en octubre. Para la producción de biodiésel, Abengoa demanda anualmente un millón de toneladas de maíz, un tercio de las ventas europeas. Precisamente, la Comisión Europea ha abierto una investigación formal a Abengoa y otras dos compañías para determinar si han abusado de su posición de mercado para manipular los índices de precios del etanol.
