Ramón Artime, presidente de la Interprofesional Láctea (Inlac), y de Asaja en Asturias, advierte que el sector lácteo se enfrenta a un cambio profundo que "llevará tiempo asentar".

-COAG critica el acuerdo y se queda fuera...

-Bueno, a ellos les gusta eso de quedarse fuera. No sorprende. Lo han suscrito todos los agentes del sector, salvo ellos.

-Contratos en el campo, transparencia en las relaciones entre empresas y distribuidores, ¿este es el inicio de un nuevo sistema de relaciones en el sector lechero?

-Se trata de un profundo cambio de cultura en este sector, y por eso cuesta tanto trabajo implantarlo. No lo habríamos conseguido sin la implicación del Ministerio de Agricultura. Por eso me parece importante que Tejerina siga al frente.

-¿Las nuevas relaciones productivas frenarán el goteo de cierres en las cuadras?

-Las ganaderías suelen pasar de padres a hijos. Habrá cierres por cuestiones de edad. La sangría será importante. El sector productor también tiene deberes que hacer, eso no puede obviarse.

-¿Qué notará el ganadero con las medidas incluidas en el acuerdo?

-Toda la leche que se venda en España saldrá del establo bajo el paraguas de un contrato.

-Pero contratos ya había desde hace años, ¿qué es lo que cambia?

-El modelo contractual vigente era muy descafeinado. El nuevo compromete a las dos partes -industria y productores- de manera mucho más concreta. El ganadero tendrá opción a firmar por un mes, dos, tres o un año, a su elección.

-Eso no dirá mucho a quien no conozca el modus operandi imperante en el campo...

-Esa claridad y transparencia que se implanta ahora será clave para culminar el próximo acuerdo, relativo a la cadena de valor. El siguiente paso es referenciar los precios de la leche a los costes de producción. La intención es abarcar toda la cadena, desde la producción hasta el consumidor.

-Y a partir de ahora, ¿qué?

-El primer eslabón fue el contrato de compraventa; el segundo es el contrato de cesión entre industria y distribución, para que se declare el precio que recibe la industria, y así sabremos quién se queda con el valor añadido. Es un gran avance.