Las organizaciones agrarias españolas, salvo COAG, cooperativas y la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), dieron ayer el visto bueno definitivo al contrato homologado para el suministro de leche cruda a las industrias. El principio de acuerdo, alcanzado el pasado martes, fue sometido a ratificación por cada una de las organizaciones de la Interprofesional Láctea Española (Inlac), que engloba tanto a a la rama de la producción -Cooperativas Agroalimentarias y organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA-como a la transformadora.

Fuentes de Inlac, que preside el asturiano Ramón Artime, señalan que el nuevo contrato tendrá implicaciones para ambas partes en cuanto a la duración, los periodos y el volumen de leche que se entregará, con un margen de variación del 10 por ciento. Además, el documento establecerá un precio fijo, mixto o variable sometido a diferentes referencias, y también especificará las condiciones de pago.

El texto contractual recoge cláusulas referidas a la calidad y trazabilidad de la leche, y la duración y la prórroga o las condiciones de renovación y modificación, entre otros asuntos. El contrato se completará próximamente con el de cesión entre industria y distribución.

COAG considera que el acuerdo no refuerza la posición negociadora de los ganaderos ni ofrece garantías de precios y recogida. "No habrá lugar a la negociación. La industria impondrá sus condiciones porque el contrato así se lo facilita", subrayó el responsable del sector lácteo del sindicato, Gaspar Anabitarte.

Además, consideran que tampoco supone una garantía de precios rentables para el ganadero, porque "deja abierta la posibilidad a tarifas variables y mixtas", sin indexación alguna a tablas de referencia que tengan en cuenta los costes de producción de cada uno de los agentes de la cadena, indica Anabitarte.

El pasado nueve de octubre la Inlac constituyó un comité consultivo con la distribución. Los integrantes aprobaron un documento en el que se recogen las alternativas para informar sobre el origen español de la leche y los lácteos. También se ha establecido un procedimiento de comunicación entre los distintos miembros de la cadena para velar por la valorización del producto en su comercialización o un protocolo de resolución de incidencias en el caso de banalización.

Además, la interprofesional ya ha compartido con la distribución su estudio de la cadena de valor de los distintos operadores del sector lácteo, que recoge las horquillas teóricas de márgenes y costes de sostenibilidad conjunta para el ganadero, la industria y la distribución.

Por su parte, el sindicato Asaja confía en que el acuerdo hará avanzar al sector, mientras que la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) criticó ayer encubrimientos del acuerdo lácteo, en los que, según Román Santalla, "incurren la mayoría de las empresas de la gran distribución. La organización respalda las movilizaciones que llevan a cabo los ganaderos gallegos estos días.