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Pocos peces, mucho marisco

Los marineros agradecen el oleaje, que "enturbia la mar y genera capturas" - El "veranillo" cierra la mejor campaña de percebe de los últimos diez años

Compradores el pasado mes de octubre en una puja de percebes en Puerto de Vega. GUSTAVO GARCÍA

Pocos peces y mucho marisco. Ese es el balance que deja en Asturias el atípico "veranillo" de esta Navidad. Las altas temperaturas y la ausencia de oleaje han dejado el stock de capturas bajo mínimos, por lo que los patrones mayores agradecen la llegada del temporal a la región. Según explican los profesionales perjudicados por el buen tiempo, la marejada "enturbia el agua y genera mayores capturas". La calma sin embargo ha beneficiado de forma notable a los perceberos asturianos, que cerraron la mejor campaña de los últimos diez años.

Adolfo García, patrón de la cofradía de pescadores de Puerto de Vega, prevé que cada mariscador reciba de media dos mil euros más que en 2014. "Nos fue fenomenal, como en los años anteriores a la crisis. Calculo que en 2015, recibamos entre 4.000 y 5.000 euros", explica. La temporada de récord en el Principado ha dependido también del fracaso en Galicia. "Allí hubo mala mar y eso no les permitió salir tanto como a nosotros. Entonces la demanda se disparó", agrega García. Y no sólo en Puerto de Vega, sino en otros puertos pesqueros, como Luanco y Tapia de Casariego, volcados en la captura de percebes. "Habría que hacer las cuentas, pero yo creo que hubo más ventas que otros años", opina Rodrigo Maseda, patrón mayor en Tapia.

En contrapartida, el buen tiempo castigó a los barcos especializados en la captura de pescado. "En este época necesitamos que haya marejada para que el pescado se mueva", explica Dimas García, patrón mayor de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, quien precisa que con la mar en calma hay más corrientes y en consecuencia menos capturas. "En verano es cuando menos pescamos, la temporada fuerte siempre es en invierno. Esto quiere decir que necesitamos que la mar esté turbia para los peces piquen el anzuelo", detalla José Ángel Gutiérrez, "el Francés", patrón de la cofradía Nuestra Señora del Rosario de Candás. "Es bueno que la mar se revuelva un poco, porque de lo contrario los peces no se salen en busca de comida", opina por su parte José Luis Gutiérrez, de Luanco.

Peor situación vivió esta Navidad la angula. "El buen tiempo y las altas temperaturas siempre son malas para nosotros. Tenemos los dedos cruzados para que el temporal de estos días tenga fuerza y salve la campaña", comenta Eloy Sopeña, patrón mayor de la cofradía de pescadores de San Juan de la Arena. Pese a que el oleaje alcanzó esta semana los seis metros, Sopeña asegura que la angula necesita "mareas con más fuerza". Lo mismo comenta Salvador Fernández, al frente de la entidad que reúne a los pescadores de Cudillero, quien achaca la escasez de esta especie en diciembre a la falta de marejadas.

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