No comerse un salmón tiene sus beneficios. La Sociedad de Pescadores de Las Mestas del Narcea ha conseguido desovar por primera vez en Asturias uno de los siete ejemplares donados en la pasada campaña de pesca con muerte. "Esto es un triunfo. Es muy difícil que un salmón adulto aguante seis meses en una estación de alevinaje", asegura su presidente Enrique Berrocal. Prueba de ello es que sólo sobrevivieron tres (dos hembras y un macho) de los siete salmones cedidos, gracias al proyecto ARCA.

A la espera de desovar a la segunda hembra, la primera, que ha sido devuelta al río, ha generado 959 gramos de huevas. El 90 por ciento de ellas nacerán dentro de mes y medio y saldrán de la estación praviana en el plazo de un año. El Principado se ha comprometido a no poner este año un cupo de donaciones, ahora situado en diez salmones.