Reconvertirse para mantener el negocio. Eso fue lo que tuvo muy claro, desde hace tiempo, José Ugalde Menéndez. "Mis abuelos cogieron este local a sus antiguos propietarios. Por aquel entonces era un negocio de alimentación y venta de telas. Ellos lo convirtieron en bar-tienda, que era lo habitual en los pueblos en Asturias. Luego lo cogieron mis padres y fue también restaurante. Teníamos mucha fama a la hora de cocinar caza, sobre todo jabalí", recuerda mientras ultima la elaboración de una empanada de bonito que le han encargado.
José Ugalde, al que le hubiera gustado ser químico y no lo fue por, como dice él, la dureza de los estudios, se incorporó joven al negocio familiar junto con su hermana, quien llevaba la cocina mientras que él atendía la tienda. "Este negocio lo llevábamos entre todos, mis padres, mi hermana y yo. Ella vive actualmente en Lanzarote. Aquí había de todo en los buenos tiempos, cuando se abrió la Autovía nos dio de lleno, perdimos mucha clientela. Era bar, restaurante y tienda con un poco de todo. Había hasta material de construcción y recuerdo que mi padre también cortaba cristales a medida. Éramos la versión rural de El Corte Inglés".
No sólo la Autovía, sino también el cierre de dos importantes fábricas, una primero y la otra después, hizo mella en el negocio, como en tantos de la zona, perdiendo ingresos importantes. Cerraron la zona del restaurante, un comedor en la parte de atrás, y mantuvieron el bar y la zona de tienda. Cuando el pasado año José Ugalde cogió finalmente las riendas del negocio fue cuando puso en marcha una idea de su hermana: realizar obras en la parte antaño restaurante, abrir un obrador y ofrecer todo tipo de bollería, dulces, pasteles de todo tipo, tartas, empanadas y rapas de lo más variado, entre otros productos. Fue cuando este emprendedor valdesano decidió cambiar la barra del bar por la mesa del obrador y poner en marcha una nueva actividad que le está trayendo más alegrías que sinsabores. "La idea fue de mi hermana, a la que le gusta mucho la repostería y tenía claro que el bar y la tienda tenían que estar juntos. Tanto ella como mi abuela son grandes reposteras y lo aprendí todo con ellas. También soy autodidacta y siempre estoy leyendo de todas las fuentes para no quedarme atrás". Con el nombre Obrador Artesano Casa Ugalde, el pastelero de Brieves se ha estrenado con mucho éxito entre sus vecinos.
"En la zona no hay pastelerías y hay que ir o a Luarca o a Cabo Busto. Antes de iniciar el negocio vimos que había un nicho de empleo en este sector que aquí se podía explotar. Abarco un radio de diez kilómetros y vienen a comprar de muchos pueblos. Empecé con el obrador en noviembre de 2015 y en Navidad tuvimos ya mucha gente. Ahora la cosa está un poco más calmada. Estoy muy contento con la gente, con los vecinos. El negocio se ha revitalizado y de cara al verano somos optimistas", afirma este hombre, que se reconvirtió para darle continuidad a un negocio familiar nacido en 1930.
