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Me quedo en el pueblo Erías

Creatividad en el campo que vale por dos

Los hermanos Marcos y Rosana Fernández atienden la ganadería familiar, una fábrica de embutidos y la peluquería que ella regenta en Campomanes

Dice con fina ironía Marcos Fernández Prieto que el poco tiempo que le queda libre, cuando le queda, le sirve para ponerse "a pensar en nuevos proyectos en el campo". Y añade: "Yo nunca me fui del pueblo. Siempre quise estar donde estoy". Fernández habla con pasión de su oficio, ganadero, y también del pueblo en el que habita, Erías, en el concejo de Lena. "Hice la FP en electricidad, pero nunca trabajé de ello. Lo mío siempre ha sido el campo, el ganado, las fincas. Siempre quise pasar aquí mi vida. De hecho, es mi vida. Actualmente tengo unas veinte vacas de la raza asturiana de los valles y un semental estupendo, vino de una subasta nacional de su raza", añade.

Este joven lenense lleva con orgullo ser la cuarta generación familiar de ganaderos, y afirma que su abuelo Laureano es "su enciclopedia rural". "Lo sabe todo. Cuando tengo que hacer algo y no sé cómo o tengo dudas, acudo a él, que es el mejor de mis maestros, y me enseña cuanto debo saber", recalca. Respecto a la situación que vive la ganadería en Asturias, es claro: "El tema es complicado. Parte de la culpa de lo que pasa es nuestra y parte, también, de la Consejería. La gente tiende a tener muchos animales y eso no beneficia a ninguno. Por mi parte prefiero tener menos animales y más seleccionados. Luego están los recortes de las subvenciones, y qué decir de los ataques del lobo. Aquí en La Frecha mataron hace poco cinco ovejas. Yo no estoy en contra de los lobos o de los osos; eso sí, alguien se tiene que responsabilizar de lo que pasa, que cuando matan un animal no es lo mismo una cría buenísima que un animal más corriente. No se puede pagar lo mismo por ambos cuando su valor en el mercado es muy distinto", explica el ganadero.

Cuando llegó la crisis su hermana y él decidieron poner en marcha, además, una fábrica de embutidos que comercializan con gran éxito: chorizos y morcillas artesanales Herías. Construyeron una nave cerca de su casa donde elaboran sus productos desde hace tres años. Y es que Rosana, que también es esteticién, regenta desde hace trece años una peluquería en Campomanes, y cuando cierra sube al pueblo a trabajar en la fábrica. El lunes, cuando cierra la peluquería por descanso, se dedica al reparto de sus embutidos por Asturias. También los venden en una tienda familiar que tienen en Campomanes.

Son, sin duda, dos hermanos incombustibles que tratan de sacar del medio en el que viven todo el rendimiento posible. Marcos, además, se ocupa también del mantenimiento de las fincas, de una pomarada con denominación de origen manzana asturiana de sidra, de unas oveyas xaldas, de la huerta y de 26 colmenas, pues también es apicultor. Y sin despeinarse. Como dice Marcos Fernández, "en el campo no hay parada que valga. Mi gran sueño es llegar a ser autosuficiente y si tengo que pagar algún recibo, que sean sólo los del agua y la luz, aunque la verdad es que en los tiempos que corren, de momento, es algo imposible", afirma desde su casa en Erías, con unas vistas espectaculares de la tierra en la que nació.

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