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El sector ve como "un pequeño gesto insuficiente" la rebaja del IRPF del campo

Los sindicatos reclaman más sensibilidad pese a la reducción de los índices de tributación aprobada por el Gobierno

El sector ve como "un pequeño gesto insuficiente" la rebaja del IRPF del campo

Sin demasiado entusiasmo, los agricultores y ganaderos asturianos acogen la rebaja que el Gobierno en funciones aplicó a sus declaraciones de la renta como el grano que no hace granero, que ayuda al molinero mucho menos de lo que necesita. El acuerdo relaja de modo variable la presión fiscal para los que tributen por el sistema de módulos, por ejemplo un veinte por ciento respecto a la última actualización -un cincuenta sobre la declaración del año pasado- para los ganaderos de leche, o más de un treinta para los de carne en régimen extensivo. El Ejecutivo reduce de forma generalizada los módulos y la medida se traduce "en una disminución proporcional de la base imponible derivada de los rendimientos de la actividad agraria y, por tanto, del resultado de la declaración del IRPF". El módulo para una ganadería de leche pasa al 0,16 desde el 0,20 calculado en noviembre, o del 20 al 16 por ciento -partía del 0,32 en la última declaración-. El del bovino, ovino, caprino y porcino de carne extensivo sustituye el 0,13 por el 0,09, o el 13 por el 9 por ciento, y a un ritmo similar bajan los índices de otra serie de actividades agrarias, de la cría de conejos a la apicultura -del 26 al 18 por ciento- y a la producción de tomate (del 26 al 22). El total de la reducción para toda España se calcula en unos 413 millones de euros.

Sostiene el Gobierno que toma la decisión en atención a las "circunstancias excepcionales" que inquietaron al sector en 2015. Dice el sector en Asturias, a través de sus sindicatos mayoritarios, que aflojar la soga de la fiscalidad es una exigencia evidente de una actividad seriamente amenazada por una profunda crisis, pero también que este descenso del IRPF se adelanta como un "pequeño gesto" tan necesario como insuficiente para restañar las agudas heridas del campo asturiano. Ángeles González, secretaria de ASAJA, valora que el Ministerio se haya mostrado receptivo a una demanda de flexibilización tributaria que fue planteada por su sindicato y destaca que la rebaja es la segunda desde la última declaración de la renta, toda vez que el cálculo más reciente, efectuado el pasado noviembre, ya incluía un descenso de los módulos respecto a la liquidación del ejercicio 2014. Se dice "bastante satisfecha" del resultado de la gestión, asegura que todo ayuda en una situación tan apurada como la presente y da por cierto que "pagar menos va a beneficiar" indubitadamente al colectivo.

"Muy necesario" es también el primer adjetivo de Mercedes Cruzado, secretaria de COAG. Aminorar la presión fiscal en los términos propuestos será, según su versión, "una pequeña manera de ayudar un poco" a un sector en "situación dificilísima" que precisamente por eso espera más de las autoridades también en este terreno fiscal. En una actividad que "cierra ganaderías todos los días por falta de rentabilidad", en un sector donde un número apreciable de ganaderos "está gastando el patrimonio para mantener la explotación abierta", la progresiva rebaja de los módulos del IRPF "es muy poca cosa. Deberían ser más sensibles con el sector", asegura Cuadrado, cuya respuesta es una aproximación al "módulo cero". "Casi ninguno debería tener que pagar nada", afirma. "Nos estamos empeñando todos los meses y por mucho que se quiera imaginar, desde fuera es muy difícil llegar a la situación real" del campo asturiano. Si trata de explicarla ella, dirá que "no estamos hablando de un negocio que tenga una rentabilidad, aunque sea pequeña. Es un sector en el que no existe rendimiento, en una situación dramática".

La rebaja es, tal y como se plantea, un "pequeño gesto de cara a la galería" que "a la hora de la verdad no supone", a su juicio, "prácticamente nada". En esa línea, el secretario general de la Unión de Campesinos Asturianos (UCA), José Ramón García Alba, entiende la rebaja como "una ayuda pequeña" cuyas repercusiones no beneficiarán a todos los declarantes agrarios por igual. Según sus estimaciones, el método de cálculo, efectuado sobre el rendimiento neto de la actividad en lugar de sobre el bruto, aminorará el efecto de la medida especialmente para aquéllos que ejercen otra ocupación aparte de la agraria.

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