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Me quedo en el pueblo | San Martín de Luiña

Una tendera a la antigua usanza

Marlén Riesgo abrió hace tres años un pequeño comercio en San Martín de Luiña (Cudillero), tras rehabilitar lo que fue un antiguo bar-tienda

Marlén Riesgo, sentada en el exterior de la iglesia de San Martín de Luiña, en el concejo de Cudillero, donde vive y es una joven emprendedora. ANA PAZ PAREDES

Con 9 años se trasladó con su familia desde Pravia a vivir al pueblo de sus abuelos, Argatón, en San Martín de Luiña (Cudillero). "Hice Primaria y Secundaria en el colegio Santo Ángel, en Pravia, donde vivíamos antes de venir para aquí, y luego el Bachiller en el IES Selgas. Quería hacer el módulo de Actividades Físicas Deportivas, pero entonces me rompí el ligamento cruzado jugando al fútbol. No me costó adaptarme al pueblo pues casi todos los fines de semana veníamos", recuerda esta joven emprendedora que en abril de 2013 abrió en el centro de San Martín de Luiña una tienda que es casi un pequeño supermercado, pues allí ofrece de todo y para todos.

Tras acabar los estudios y pasar un año sabático, como ella misma afirma, decidió ponerse al frente de un antiguo bar-tienda de San Martín y remozarlo y rehabilitarlo para convertirlo en lo que hoy es su tienda, La Tiendina de Marlén. "Aquí no había ninguna y pensé que era una buena idea. Conté con el apoyo de mis padres y, además, me dieron una subvención como joven emprendedora. Tuvimos que hacer bastante obra para arreglarlo. Me hacía mucha ilusión tener aquí un comercio y, hoy por hoy, no me puedo quejar porque cuando empiezas todo son gastos. Yo personalmente no me quejo, de momento me va bien, saco para mi sueldo, cubro gastos y tengo mi propia empresa", afirma esta joven, que es además futbolista.

Así recuerda que estuvo en la selección femenina de fútbol cuando estaba jugando con el Oviedo Moderno. "Me gusta mucho jugar al fútbol. Empecé a jugar en el Barcia a los 14 años, ahora tengo 23. Juego como delantero centro", recuerda esta joven a la vez que pone sobre la mesa algunas de las necesidades de su pueblo, San Martín de Luiña.

Y continúa diciendo que le gustaría que hubiera unas instalaciones deportivas y también un parque para los niños, que no hay ahora en el pueblo, así como otro para los mayores, para que puedan hacer ejercicio. "Tampoco vendría nada mal contar con un telecentro", apunta Marlén, que al tiempo destaca la unión vecinal que hay en San Martín para sacar las fiestas adelante. "La gente de la asociación vecinal se mueve mucho para conseguir cosas y todos hacemos lo que podemos. La semana pasada se celebró el mercado vaqueiro organizado por la asociación de vecinos y se ha recuperado también la fiesta de la Virgen de los Dolores, el tercer fin de semana de septiembre".

Marlén explica asimismo que en San Martín buena parte de la población son mayores y hay pocos jóvenes. "Pero nos conocemos todos los de los alrededores y nos juntamos para conseguir cosas para el pueblo y también para salir juntos", dice esta joven emprendedora tras el mostrador de su tienda, donde, además de tener de todo, también promueve la venta de productos de elaboradores de la zona.

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