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Fotógrafa y ganadera por vocación

Pilar Longo López apuesta por la vida en el campo y defiende que se puede vivir en el medio rural "disfrutando de lo que realmente te gusta"

Pilar Longo, con dos de sus perros y su cámara fotográfica. ANA PAZ PAREDES

Con apenas 24 años Pilar Longo López es un ejemplo de tenacidad, optimismo y amor por su pueblo y por sus raíces en Tospe, donde vive desde su más tierna infancia. Casada con Sergio Carús García y madre de Pelayo, de 2 años, no hay nada que la detenga, cree firmemente en su proyecto de vida y considera que vivir en un pueblo no impide en modo alguno ser una joven del siglo XXI con muchas inquietudes y que es sobradamente capaz, como se evidencia, de ser al mismo tiempo ganadera, fotógrafa, madre y desde hace pocos meses también elaboradora de platos sin gluten. Y todo ello con una humildad que abruma.

"Toda mi vida se ha desarrollado aquí. Somos tres hermanas, pero yo soy la única que decidió continuar como ganadera. Al principio mis padres tenían vacas de leche, pero las vendieron y compraron de carne. Hoy tenemos unos 45 animales. De cría, al volver de clase, ya echaba una mano a mis padres: cebar, soltar los xatos a mamar, mecer, sacar el cuchu..., lo de siempre, vamos", explica. Eso sí, todo ello no le impidió formarse para su otra gran pasión: la fotografía. "Estudie el grado medio de Fotografía y Laboratorio e Imagen en el Aramo, en Oviedo". En un mes, y una vez dada de alta como fotógrafa, comenzará a ofrecer sus servicios a quien se los demande. "Me gusta mucho la fotografía y por eso estudié para ser profesional de ello. En pleno siglo XXI se pueden ser muchas cosas más en el campo además de agricultora o ganadera, que también lo soy y me siento orgullosa de ello. Tenemos nuestra huerta y también trabajo en ella. La cuestión es organizarse, y puedes con todo. Aquí están mis padres, mi marido, mis abuelos, y entre todos es posible", dice con una amplia sonrisa.

Siendo niña estuvo enferma varios años sin saber el origen de sus males. Fue un médico de Cangas del Narcea quien descubrió que todo se debía a su celiaquía. Curiosamente y tras su diagnóstico, se descubrió que también su madre, su marido y una hermana eran celiacos. "Entonces mi madre, que cocina muy bien, empezó a preparar platos sin gluten. Hace tiempo me saqué el carné de manipuladora de alimentos y conozco perfectamente los procedimientos contra los alérgenos que hay que seguir. Elaboro todo tipo de platos: sobre todo, tartas muy ricas, algunas especiales para cumpleaños; empanadas variadas, pan sin gluten, pizzas y más cosas. Es todo muy casero. En octubre del año pasado acudimos a un mercado y tuvimos bastante éxito. Quien quiera consultarme sobre ello puede llamarme al 608458845".

La mala cobertura de internet no le quita el sueño. "Te compras un pincho y ya está", dice resolutiva. Para ella, que estudió en Oviedo y vivió en Cangas de Onís muy poco tiempo, no hay nada como Tospe. ""Por la mañana me asomo a la ventana y veo media Asturias. Es algo espectacular. No cambio esto por nada. Lo tengo clarísimo", afirma.

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