La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Asturias recibirá más ayudas de la PAC al incorporar zona de matorral como pasto

El Gobierno añade 16.625 hectáreas al suelo susceptible de subvención europea: un "colchón" para compensar pérdidas por los acotamientos

Ibo Álvarez. LNE

Los ganaderos asturianos tienen disponibles este año 16.625,31 nuevas hectáreas susceptibles de recibir ayudas de la Política Agraria Común (PAC). La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ha conseguido aumentar casi un 3% la superficie agraria en la región, tras declarar "zonas de pastoreo tradicional bajo prácticas locales" a los pastos comunales próximos a la cordillera Cantábrica. Esta figura, contemplada por la Comisión Europea, permite declarar fincas con una vegetación arbustiva de entre 40 centímetros y un metro. Hasta ahora sólo entraban en el paquete de subvenciones de la PAC las zonas con un nivel vegetal por debajo de 40 centímetros y se quedaban fuera las áreas con matorral que superaban esta medida. El incremento del Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) en Asturias servirá de "colchón" para compensar pérdidas económicas como los acotamientos en terrenos incendiados, según destaca el director general de Ganadería, Ibo Álvarez.

El proceso para arañar más ayudas europeas comenzó en octubre de 2015 con la publicación de una resolución que declaraba las zonas de pastoreo tradicional bajo prácticas locales del Principado. El territorio rural asturiano se caracteriza, explica Ibo Álvarez, por disponer de una gran cantidad de terreno comunal -170.342 hectáreas de superficie agraria útil- de titularidad pública que son usadas por los ganaderos para pastoreo en común. Al tratarse de prácticas tradicionales, se pudo justificar su presencia histórica ante Europa y acogerse a una excepción que fija la normativa comunitaria. Asturias fue la primera región española en aplicar esta medida excepcional.

La declaración de zonas de pastoreo tradicional bajo prácticas locales permiten, según la dirección general de Ganadería, que estos terrenos no sufran una reducción de la admisibilidad de su superficie y que Asturias pueda desarrollar un nuevo coeficiente de admisibilidad en los pastos arbustivos al contar la vegetación de hasta un metro de altura. Hasta ahora, los tres requisitos básicos para declarar un terreno superficie admisible era la composición del suelo -mejor que sea tierra que no piedra-, la pendiente y la vegetación, admitiéndose sólo una cobertura inferior a 40 centímetros.

Una vez clasificadas las zonas bajo el nombre de "recintos ficticios", el siguiente paso para lograr más superficie agraria fue realizar en 2016 un estudio de la caracterización del Coeficiente de Admisibilidad (CAP) en los pastos comunales. Se analizaron los recintos de más de 10 hectáreas, que fueron 566 con una superficie planimétrica total de 371.841,12 hectáreas. El trabajo logró aumentar en más de un 20% el coeficiente de admisibilidad en cada tipo de pasto arbustivo, que antes era muy bajo (de cero): aulagares, brezales, helechales y zarzales y matorral de leguminosas retamoides.

Con ello, se pasó de tener 83.468,84 hectáreas de superficie pastable en 2016 a 100.094,83 hectáreas este año. El aumento es por tanto de 16.625,31 hectáreas, que corresponden a 535 de los 566 recintos analizados. En los 33 restantes se produjo una pequeña pérdida.

Según detalla el director general de Ganadería, Ibo Álvarez, "esta mayor superficie puede servir al ganadero de colchón para compensar pérdidas de superficies por acotamientos en terrenos incendiados o situaciones similares". Las más de 16.625 nuevas hectáreas están ya a disposición de los productores regionales, pues están incluidas en el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) tras solicitar su incorporación al Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA). La consejería de Desarrollo Rural y Recursos naturales confía este año en aumentar aún más la superficie agraria en pastos comunales al quedar todavía por revisar las fincas de menos de diez hectáreas. "Algo más es posible ganar", afirma Álvarez. Todo este esfuerzo se traduce en "más dinero" para los ganaderos, sobre todo de carne, que serán los principales beneficiarios.

La Política Agraria Común (PAC), el mayor paquete de ayudas que concede la Unión Europea para el campo, se basa en los últimos años en la superficie declarada en vez de en la producción. Ahora mismo se está pactando la próxima PAC -la actual concluye en 2020-, pero el director general de Ganadería no cree que el modelo basado en la superficie vaya a cambiar mucho. Son muchas las quejas ganaderas, ya que el sistema actual deja fuera de las ayudas aquellos terrenos con fuerte pendiente o abundante matorral. Ibo Álvarez asegura que los pastos arbustivos, aunque menos productivos que los herbáceos, "permiten un pastoreo mixto que contribuye a mejorar el rendimiento de las vacas en las zonas donde existen".

Compartir el artículo

stats