La Federación española de Pesca y Casting interviene en la polémica del kayak en Asturias: "Todo lo que se captura, se suelta. No nos pueden acusar de hacer presión sobre los caladeros, porque no causamos ni una milésima parte de daños que los barcos de arrastre". Con estas palabras defiende el presidente nacional, José Luis Bruna, la pesca con kayak en la región. A su juicio, la prohibición de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales "no tiene respaldo legal". "Se la han sacado de la manga y no entendemos por qué", critica.

El director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, se apoya para rechazar la actividad en el real decreto de 10 de octubre de 2014 del Ministerio de Fomento, por el que se regulan las titulaciones náuticas de las embarcaciones de recreo. La norma distingue entre embarcaciones de recreo, buques de recreo y artefactos flotantes de recreo, entre los que incluye los kayaks, que, en consecuencia, no son objeto de matriculación. De acuerdo con lo anterior, dice Vizcaíno, "en el Principado de no está permitida la pesca desde kayak, como no lo está desde ningún otro de los artefactos flotantes de recreo: patines de pedales, motos náuticas o tablas a vela". Sin embargo, el presidente de la Federación nacional de Pesca insiste en que "no llevar matrícula no implica que esté prohibido". "La Federación tiene regulada esta práctica y exige que todos los peces capturados sean soltados, sin posibilidad de venta", explica. José Luis Bruna aclara que el kayak es pesca "deportiva, no profesional" y que la presión que ejercen sobre el mar es mínima.

"Tampoco nos pueden decir -afirma Bruna- que el kayak implique un riesgo, porque es el mismo que el de cualquier persona que navegue. Hacemos todos los años campeonatos de España, con más de 150 participantes, y nunca hubo ningún accidente". La Federación nacional opina que el problema en Asturias radica en el "desconocimiento" y confían en que la Administración rectifique.