El Gobierno regional dio ayer curso a cinco decretos para cinco nuevas concentraciones parcelarias en los municipios de El Franco, Valdés, Pravia y Salas. Tras estos acuerdos, el Principado ha emprendido en lo que va de año ocho concentraciones. Las otras tres han sido en Colunga, Cangas del Narcea y Grandas de Salime. Por otra parte, la Consejería de Desarrollo Rural está ejecutando 4 obras de redes de caminos de concentración parcelaria, con una inversión superior a a 1.340.000 euros y tiene en fase de licitación otras cuatro obras de redes de caminos, también para concentraciones, con un importe superior a 3.500.000 euros.

Las concentraciones parcelarias declaradas de utilidad pública, interés social y urgente ejecución son las correspondientes a Grandamarina y La Braña (El Franco), la zona de Santiago (Valdés), la vega de San Ranón (Pravia) y el monte de Nava (Salas), la última de ellas de titularidad privada. Todas responden a solicitudes planteadas por las agrupaciones de propietarios a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. Para Grandamarina, La Braña, la vega de San Ranón y el Monte de Nava, los decretos establecen una superficie de 50 áreas como unidad mínima de cultivo agrícola y de 10 hectáreas para uso forestal. Por su parte, la agrupación de terrenos de Santiago contará con 40 hectáreas como superficie mínima de cultivo y 10 de uso forestal.

La zona de San Ranón es una vega fluvial, llana y fértil, con posibilidades para cultivos de huerta o frutales, mientras que las de La Braña y Grandamarina son áreas de monte, destinadas básicamente a cultivo forestal de eucalipto y pino, que se vieron muy afectadas por los incendios forestales de diciembre de 2015.

Hasta ahora, se ha actuado en 36 de los 78 concejos, con un claro predominio en las comarcas noroccidental y suroccidental, es decir, en las áreas donde la actividad agrícola, ganadera o forestal es más abundante. Los municipios que cuentan con mayor número de concentraciones son Tineo, Valdés, Castropol, Cangas del Narcea, Vegadeo, Tapia de Casariego y Taramundi. Las concentraciones suponen que más explotaciones dispongan de una base territorial en la que los propietarios desarrollen actividad con más eficiencia y competitividad.