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Asturias impulsa la suelta del depredador de la avispilla del castaño, que ya es plaga

Desarrollo Rural libera, de forma experimental y por primera vez, 39.900 insectos Torymus en Grado, Candamo y Las Regueras para combatir la infestación - "Estamos perdiendo un tiempo precioso", critica Sanidad Vegetal ante la negativa del Ministerio a expulsar masivamente el parasitoide de los bosques

Asturias impulsa la suelta del depredador de la avispilla del castaño, que ya es plaga

El depredador de la avispilla del castaño, el insecto de origen chino que extermina los bosques, ya sobrevuela Asturias. La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales liberó por primera vez el pasado mes de abril 39.900 ejemplares de Torymus sinensis, también de origen chino y el único capaz de combatir una de las plagas más perjudiciales del castaño. Las sueltas, de carácter experimental, se hicieron en 35 puntos de Candamo, Las Regueras y Grado. El jefe de sección de Sanidad Vegetal, Máximo Braña, asegura que son insuficientes, puesto que la avispilla ya ocupa casi toda la mancha forestal de castaño en la región, 80.000 hectáreas, la más grande de España. Por eso, el Principado insta al Ministerio de Agricultura a autorizar cuanto antes una liberación masiva del Torymus, como ya hicieron Italia, Francia y Portugal. "Estamos perdiendo un tiempo precioso", protesta Braña.

El Ministerio permitió esta primavera la suelta experimental del parasitoide en Galicia, Andalucía y Asturias tras solicitar la consejería de Desarrollo Rural la entrada en el plan de lucha biológica. En la región se liberaron 120 dosis, compuestas cada una de ellas por 120 hembras y 70 machos, que hacen un total de 39.900 depredadores. Todos ellos están trabajando ya en 35 puntos de Candamo, Las Regueras y Grado (en la finca de La Mata del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario). La elección de estos tres concejos se debe, según explica Braña, a su alto grado de infestación y a su proximidad para hacer seguimientos. "Lo que queremos saber es cómo se mueve y qué nivel de parasitismo alcanza", señala. El Gobierno central se niega a autorizar sueltas mayores a la espera de conocer los estudios científicos que se están realizando en España sobre el Torymus y sus efectos en la fauna y la flora.

El problema es que el tiempo juega en contra: en menos de tres años, la avispilla ha infectado casi toda la masa forestal del castaño de Asturias y no se prevé que las investigaciones salgan a la luz hasta finales de 2018 o 2019. El Principado no comparte esta estrategia y pide acelerar los plazos. "Ahora mismo la plaga la tenemos desde Onís hasta Vegadeo. El depredador tarda en actuar (unos seis años) y si encima nosotros retrasamos la suelta... Estamos viendo defoliaciones muy importantes. Y dispersión natural del Torymus va haberla más tarde o más temprano porque ya lo tenemos en el norte de Portugal, por tanto seguir esperando no tiene sentido", sostiene el jefe de sección de Sanidad Vegetal.

El ataque de la avispilla, que llegó a Asturias en 2014, provoca una disminución de la capacidad fotosintética y la fructificación del castaño, generando importantes pérdidas económicas. Los empresarios forestales de la región ya aprecian una disminución de la producción al limitar el insecto el crecimiento del árbol. La Red Estatal del Castaño advierte por su parte que la especie invasora "va cuatro veces más rápido de lo que se esperaba" y puede afectar "hasta el 80%" del valor de la producción de la materia prima, la castaña, que en España ronda los 100 millones de euros.

El retraso en la liberación del parasitoide no sólo está desesperando al sector forestal, sino que está dando lugar a "situaciones peligrosas", como advierte Máximo Braña. "¿Quién le quita a un agricultor comprar por internet unas dosis de Torymus a Francia? Ese tipo de actuaciones se evitarían con la autorización de sueltas masivas controladas por la Administración", añade.

Las sueltas experimentales en Asturias se hicieron en castaños con presencia de agallas, que es el síntoma más característico de la plaga. Se tratan de unos hinchamientos de los tejidos del árbol, que pueden a llegar a medir hasta 40 milímetros de diámetro. En primavera son de color verde rojizo y en otoño, marrón oscuro. Dentro crecen las larvas de la avispilla y es ahí donde actúa el Torymus.

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