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Los expertos piden endurecer el control del tráfico de injertos ante el aumento de plagas

El biólogo Tomás Díaz reclama cautela frente a la suelta del depredador de la avispilla del castaño, ya que "puede crear un problema mayor que el actual" - Una polilla china devasta los setos de boj, una de las especies más utilizadas en la jardinería de los parques asturianos, al comerse sus hojas y brotes

Los expertos piden endurecer el control del tráfico de injertos ante el aumento de plagas

Asturias sufre la invasión, cada vez más preocupante, de especies alóctonas que amenazan los ecosistemas regionales. El último caso: la avispilla del castaño, un insecto de origen chino, que ya infecta casi toda la mancha forestal de castaño, la mayor de España con 80.000 hectáreas. Su ataque provoca una disminución de la capacidad fotosintética y de fructificación del árbol, generando importantes pérdidas económicas a la industria forestal. Pero hay más ejemplos; una polilla china está devastando los setos de boj, una de las especies más utilizadas en la jardinería de los parques, al comerse sus hojas y brotes cuando son orugas. Por todo ello, los expertos piden endurecer los controles fitosanitarios del tráfico internacional de injertos o plantones, origen de muchas de estas plagas. Mismamente la polilla guatemalteca que afecta a la patata asturiana se cree que la trajo un particular de Canarias.

El catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo Tomás Emilio Díaz insiste en concienciar a la población sobre los riesgos del comercio internacional y la extracción de plantas de otros países. Especies invasoras como el plumero de la Pampa, la budleya o la uña de gato están cada vez más extendidas por Asturias a consecuencia de la dispersión de semillas que se realiza por carretera y en macetas. "La gente no es consciente de que al arrancar una de estas plantas y ponerla en su casa están acentuando el problema", subraya Díaz.

El biólogo hace hincapié en la avispilla del castaño, que ya es una "plaga masiva" en Asturias: "En menos de tres años -se detectó por primera vez en la región en 2014- el insecto se ha propagado de una forma espeluznante". Hasta los dos únicos castaños del Campo San Francisco están infectados. Sin embargo, Tomás Emilio Díaz reclama "cautela" para solucionar el problema. Mientras que el Principado y los empresarios madereros urgen al Ministerio de Medio Ambiente que autorice la suelta masiva de su depredador (el Torymus sinensis), el catedrático de Botánica cree que primero hay que analizar sus efectos. "Hay que saber si es útil en los bosques asturianos y si puede ser perjudicial para la fauna y flora autóctona. No vayamos a crear un problema mayor del que tenemos ahora", razona.

La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales ha soltado de forma experimental 39.900 ejemplares de Torymus en 35 puntos de Candamo, Las Regueras y Grado. Aún liberando millones en toda la región, el biólogo duda de la efectividad del depredador, pues la avispilla hembra pone huevos sin necesidad de ser fecundados por un macho. Esta característica multiplica su capacidad de reproducción: se estima que cada ejemplar puede llegar a poner hasta 100 huevos a lo largo de su corta vida, de unos 10 días. La solución más eficaz, por tanto, sería "cortar las ramas de los castaños contaminadas", aunque con el territorio que ocupa esta especie en el Principado sería inviable a gran escala.

A todo ello hay que sumar otra plaga reciente, que afecta a los setos de boj de los jardines. Se trata de la polilla u oruga china que se come sus hojas, aunque no la corteza. Aún así, el arbusto puede morir al privarla de fotosíntesis. Los setos del Campo de San Francisco ya están afectados como resultado del comercio de plantas ornamentales. El insecto entró en España en 2014 cuando fue detectado en Pontevedra.

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