Un gran incendio como el que ha devastado el centro de Portugal en los últimos días es una posibilidad no muy lejana en Asturias. Algunos vecinos de zonas forestales vienen advirtiendo de la acumulación de combustible vegetal, y los guardas de Medio Natural avisan de la falta de vigilancia en días como el de ayer, con temperaturas de récord y riesgo de incendio muy alto.

En Boal, los vecinos alertan del riesgo que entraña el estado actual del monte público en Penouta. Unos trabajos silvícolas, de poda y tala, han dejado en la zona numerosas ramas y troncos secos, que, según los lugareños, son "pólvora" para las llamas. Por tanto exigen medidas "urgentes" y así evitar males mayores.

"El riesgo de incendio en esta zona es más que evidente. Si viene, como suele, este viento del sur, fuerte, si prende una chispa aquí se quema medio concejo de Boal, medio de El Franco, el de Coaña entero y parte del de Navia", advirtió el boalés Alejandro López, buen conocedor de la zona, como presidente de la sociedad micológica local. "Los ediles de estos Ayuntamientos deberían visitar y evaluar los riesgos cuanto antes", afirmó.

La situación ha sido debatida en el movimiento asociativo del concejo, que se muestra partidario de denunciar esta "dejadez" en los trabajos forestales. Además, se ha puesto en conocimiento del Seprona de la Guardia Civil. "No entendemos por qué se decidió que esto quedase en el monte. No sirve para nada, y menos para proteger los hongos, como algunos afirman", dijo López. A mayores, las ramas y la leña se acumulan en una zona en la que, hace menos de un año, se creó una ruta turística, que visita los elementos tumularios de Penouta. "No se puede visitar, apenas se puede caminar por el monte", argumentó López, quien añadió que esto da "muy mala imagen".

El monte está lleno de yesca y encima no se vigila, aseguró el presidente de la Asociación Profesional de Guardas del Medio Natural (Agumnpa), Manuel Fernández, quien advirtió de la falta de medidas de prevención y vigilancia en días como el de ayer con un índice de riesgo de incendio forestal de 4 sobre 5.

El riesgo era "extremo" ayer, según Meteorología. A pesar de ello, desde el Principado no se articuló ningún marco reforzado de vigilancia, indicó Fernández. Los montes quedaron sin vigilancia de los guardas a partir de las dos de la tarde, las horas más problemáticas. "En días así se deberían suprimir descansos, o poner más personal", dijo.

Fernández explicó que es en días como el de ayer cuando es importante la presencia de los guardas, para alertar a los servicios de extinción y actuar pronto. Además, la presencia de guardas es disuasoria. El 90 por ciento de los incendios en Asturias son provocados y sus causantes aguardan a la ausencia de guardas para delinquir.

Para Fernández sigue faltando "voluntad política" para fortalecer la prevención y poner los recursos para que haya guardas vigilando los montes en días de alto riesgo. Los incendios son cada vez mayores y más difíciles de controlar. Fuegos como el de Portugal se explican, dijo, por la reducción de servicios forestales y la supresión de la vigilancia y la guardería. Fernández reclamó más medios, redes de cortafuegos y mejora de accesos y educación. Deben revisarse los actuales protocolos, añadió. Hoy jueves vuelve a reunirse la comisión de la Junta que investiga los incendios acaecidos de diciembre de 2015.