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Me quedo en el pueblo | La Caridad

Diseñador con vistas de futuro

Héctor Rodríguez acaba de inaugurar un estudio de interiorismo en su tierra natal, un negocio en el que es pionero en la localidad

Diseñador con vistas de futuro

Si algo es Héctor Rodríguez Méndez, es positivo y apasionado de su trabajo. Cree con rotundidad en lo que hace hasta el punto de ser pionero en su localidad al frente de un estudio de interiorismo. Este joven de 25 años abrió apenas hace tres meses su negocio en su pueblo natal, La Caridad (El Franco), donde su familia regenta otro tipo de actividades que nada tienen que ver con lo suyo. Bien es verdad que él, desde muy joven, siempre tuvo claro lo que quería y dónde lo quería. "Siempre me gustó la arquitectura, pero por diversos motivos no pude estudiarla y empecé Ingeniería de Caminos. Cuando llevaba un tiempo, me di cuenta de que no me gustaba nada. Luego en Oviedo estudié en el Centro de Estudios Superiores ESNE Asturias, donde saqué la carrera de Diseño de Interiores -tres años- y el grado lo hice, el cuarto, en Inglaterra. Ese último año fue especialmente enriquecedor para mí, pues aprendes mucho trabajando, no sólo en otro idioma, sino con gente que tiene otras formas de ver las cosas", afirma.

Su apuesta por abrir en su pueblo natal estuvo clara desde siempre, y él lo explica con claridad meridiana. "Creo que he abierto en un buen momento. Aquí, en esta zona, no hay nadie con un estudio de diseño de interiores. En las ciudades hay mucha competencia y aquí no. Creo que hay demanda para mi oficio y antes de abrir hice mi propio estudio de mercado. Por otro lado, me gusta trabajar con el producto autóctono, con lo nuestro, y, por supuesto, con profesionales de la zona de toda la vida; carpinteros, ferreros, albañiles, pintores de aquí. Soy un enamorado de mi pueblo y siempre supe que, tras estudiar, volvería a vivir aquí con 25 o con 40 años; por lo tanto, ¿por qué no empezar ya y además trabajando en lo que me gusta?", dice. Su local, FUNction Studio, es fiel reflejo de su creatividad y de su conocimiento del medio. "Me considero un diseñador moderno, me gustan las líneas rectas y los colores suaves y además utilizando materiales de nuestra tierra: madera asturiana, piedra, pizarra, teja. Ahora bien, yo me adapto a lo que me pida el cliente, por supuesto", matiza.

Ya ha realizado dos trabajos en su pueblo: el diseño de una tienda eco y la renovación de un local de hostelería. Actualmente está trabajando con una inmobiliaria en Ribadeo. "Estoy encantado aquí y creo que hay un buen nicho de trabajo en lo mío. La gente, poco a poco, me va conociendo, ya se están empezando a interesar en lo que les puedo ofrecer".

Él, que disfruta mucho con todo cuanto hace, sabe que para triunfar y hacerlo desde la zona rural "hay que tenerlo muy claro. No es lo mismo emprender aquí que hacerlo en la zona centro, por ejemplo. Tienes que saber a qué público quieres llegar y ser constante, tienes que saber si puede funcionar y que lo que haces se ajusta a la zona donde lo quieres hacer. Entonces, cuando tengas todo esto claro, ¡adelante!, y sobre todo disfrutando con lo que haces", añade.

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