El modelo 911, razón de ser y emblema de la marca de deportivos alemanes Porsche, nació en 1963 y desde entonces se han construido siete generaciones. A finales del año pasado la marca de Stuttgart puso en el mercado el denominado «nuevo 911», un modelo con carrocería más ligera y a la vez más rígida equipada con motores de 350 y 400 caballos (CV), este para la versión Carrera S.

Del modelo 911 se vendieron más de 700.000 unidades y esta séptima generación llega con más cualidades que las precedentes.

Respetando las clásicas dimensiones compactas en su exterior, Porsche ha desarrollado un modelo con carrocería de acero, aluminio y magnesio con peso reducido en 45 kilogramos. La distancia entre ejes se aumentó en 100 milímetros y la altura se redujo propiciando una silueta plana y alargada con anchas aletas que albergan ruedas de 20 pulgadas que resaltan aún más su apariencia esbelta y a la vez atlética. Con su tren de rodaje completamente revisado y con algunos componentes esenciales de nuevo desarrollo, el 911 Carrera sube un poco más el listón de la dinámica de conducción.

Visto de frente, destaca por las anchas aletas típicas del 911, y vía delantera mayor. Los retrovisores exteriores se han alojado en el borde superior de la puerta. En la zaga destaca la presencia de un alerón trasero más ancho y de extensión variable que mejora la carga aerodinámica del eje posterior.

Con un nuevo motor bóxer de seis cilindros, de 3.4 litros y 350 caballos, acoplado al cambio opcional PDK, el nuevo 911 Carrera consume sólo 8,2 litros (1,6 litros menos). Además, con unas emisiones de 194 gramos de CO2 por kilómetro, es el primer deportivo de Porsche que baja de los 200 g/km.

En el Carrera S con motor bóxer de 3.8 litros y 400 caballos, el consumo en la versión con transmisión PDK se reduce en un 14%, alcanzando una cifra media de 8,7 litros. La novedad en el 911 Carrera es la función automática de stop&start que permite ahorrar hasta 0,6 litros a los 100 kilómetros.

Por primera vez en un 911 Carrera S se monta de serie el Porsche Torque Vectoring (PTV), que se encarga de mejorar la tracción y la estabilidad de la trayectoria a la vez que reduce las reacciones al variar la carga. Este sistema, en combinación con la caja de cambios manual de 7 velocidades, está compuesto esencialmente por un bloqueo transversal mecánico del eje trasero y una distribución variable del par a las ruedas del eje trasero.

El Carrera S con PDK acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. Con el paquete opcional Sport Chrono al pulsar la tecla sport plus situada en la consola central, el 911 Carrera S se convierte en un coche de carreras y acelera de «cero a cien» en sólo 4,1 segundos.

Activando el sport plus la sensación que percibe el conductor es la de estar al volante de uno de los 911 GT de rallies. No existe pérdida de tracción y el coche salta literalmente hacia delante.

Los precios abarcan desde los 99.000 euros del Carrera a los 129.000 euros del S Cabriolet.